España, en llamas
Galicia comienza a vislumbrar un horizonte de esperanza tras casi dos semanas de la peor ola de incendios de su historia reciente. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se desplazó hoy al Puesto de Mando Avanzado de Quiroga, en Lugo, para supervisar la situación y trasladar un mensaje de cautela pero también de optimismo. La comunidad afronta ya una fase de «desescalada» en el operativo de extinción, con la previsión de que el personal desplazado desde otras autonomías pueda regresar en los próximos días si la evolución favorable se consolida.
El foco que más preocupa sigue siendo el de Larouco, que se extendió hasta la provincia de Lugo y amenaza el parque natural de O Courel. Rueda lo definió como un «incendio de sexta generación», con un comportamiento extremo que dificulta la lucha en tierra, aunque aseguró que los técnicos trabajan intensamente en el perímetro. También mencionó el incendio de Peña Trevinca, que pasó en pocas horas de 20 a 2.000 hectáreas quemadas.
El presidente gallego agradeció expresamente el esfuerzo de brigadistas, UME, Guardia Civil, Policía Autonómica, Protección Civil y vecinos, «que en los momentos más duros arrimaron el hombro». En paralelo, defendió la gestión de la Xunta, reclamó más medios al Gobierno central y negó las acusaciones de que se solicitaran refuerzos con retraso o que hubiera motobombas paradas. Rueda recordó que «todos los recursos disponibles» están siendo utilizados; y avanzó que la próxima semana se activarán las ayudas para los damnificados, en coordinación con la Administración del Estado.
En este marco, la meteorología sigue jugando un papel clave. Pese a la subida de temperaturas, MeteoGalicia indica que la calidad del aire se mantuvo ayer en niveles favorables en la mayor parte de Orense, gracias a la dirección del viento, que empujó el humo fuera de la comunidad. Solo la estación de A Rúa registró un nivel regular por partículas PM10. Aun así, la Xunta insiste en las recomendaciones de limitar la actividad al aire libre, usar mascarillas FFP2 y mantener interiores ventilados.
El capítulo más preocupante continúa siendo el de los heridos. Tres brigadistas y un bombero permanecen ingresados en el hospital de La Coruña. El más grave es un joven de 18 años, con quemaduras de tercer grado en el 40% de su cuerpo. Otros dos brigadistas, de 23 y 25 años, presentan lesiones de segundo grado con intoxicación por humo y pronóstico grave, aunque evolucionan de manera estable. El cuarto hospitalizado es un bombero de 46 años, también con quemaduras de segundo grado e intoxicación por inhalación.
El último parte de la Consejería do Medio Rural eleva a más de 88.000 las hectáreas calcinadas. La provincia de Orense concentra los tres peores incendios desde que hay registros en Galicia: Larouco, con 30.000 hectáreas; Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso, con 19.000; y Oímbra-Xinzo de Limia, con 17.000.