El tropiezo de la factura electrónica
Por Luis Santos Burgos
El proyecto de reforma o de modernización fiscal concito una corriente muy adversa específicamente, en los dos elementos más focales, como era, la eliminación de las exenciones y la unificación del ITBIS o IVA en un 18%, extensivo hacia una gran parte de los bienes y servicios básicos, lo que impactaba desfavorablemente la canasta familiar de los grupos de ingresos pertenecientes a los quintiles I, II y III.
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Tras, el consenso desfavorable, se retira el proyecto de reforma del Congreso Nacional, a solicitud del Presidente de la Republica, aunque luego se produjeron otros intentos fallidos, promovido por la bancada oficial, que retomaba el tema de las exenciones fiscales y por otro lado, grabar los servicios digitales, como son, netflix y spotify, entre otros.
Los economistas, consultores y analistas en general, solo se enfocaron en el contenido de la reforma fiscal, obviando que el gobierno tenía como reserva la implementación de una mejora tecnológica de alto impacto, como es el caso de la factura electrónica, consignada en la ley 32-23, cuya aplicación estaba prevista a inicio del año 2025, la cual sustituye el comprobante fiscal análogo y convierte los sujetos obligados o las empresas en emisores autorizados de facturas electrónicas en tiempo real.
La factura electrónica opera bajo un sistema de software integrado, mediante el cual la DGII, tiene el control en tiempo real de las operaciones que realizan los negocios o las empresas, dado que por cada operación el sistema genera automáticamente una factura electrónica, estableciendo relación directa con la transparencia y la reducción significativa del nivel de evasión y como tal, eleva los niveles de eficiencia de la gestión tributaria.
De modo que, considerando el nivel de evasión del IVA y ISR, estimado en 8.5% del PIB durante el 2024, supone que por efecto de la factura electrónica, la DGII en el 2025 recaudaría, aproximadamente RD$75,000.0 mil millones, adicional a lo que se pretendía recaudar con la reforma tributaria, RD$122,486.6 millones.
Sin embargo, lo cierto es que la DGII, confronta una serie de inconvenientes que no le permitieron cumplir en toda su totalidad el proyecto piloto que implemento en 2024, cuya meta consistía en que todos los contribuyentes en su diferente modalidad concluyeran el proceso y acreditados como emisores de facturas electrónicas, lo que puede tener su causa en deficiencia de la propia DGII, como la resistencia que pudieran haber mostrado durante el proceso una parte importante de los contribuyentes.
Esta situación es verificable, considerando que de un total de 633 empresas clasificadas como grandes contribuyentes nacionales, 213 quedan pendientes por completar su acreditación al nuevo sistema de factura electrónica. Por otro lado, de un total de 13,086 grandes contribuyentes locales, apenas 1,382 empresas completaron el proceso.
Debido a tal situación, la DGII ha otorgado dos prórrogas, la que finalizo el 15 de mayo y la correspondiente a noviembre del presente año 2025, en tanto los pequeños y micros, entrarían al sistema en mayo de 2026.
En suma, el gobierno no pudo concretar el paquete de reforma tributaria pero tampoco logro compensar con la entrada en vigencia de la factura electrónica, lo cual significa otro duro revés, dado que la DGII por lo menos, debió concluir integrando totalmente el grupo grandes contribuyentes nacionales.
Sin embargo, aun quedando pendiente el 30% y estimando que dicho grupo, representa más del 70% de las recaudaciones, no se observa muestra alguna de eficiencia y de que la factura electrónica haya incidido en el nivel de evasión y mucho menos, impacto positivo en las recaudaciones.
En abril de 2024 el ISR de las empresas mostro un incremento de RD$10,000.0 millones, mientras que en igual periodo de 2025 dicho incremento solo fue de RD$5,000.0 millones.
Un análisis en tendencia, muestra que habiendo registrado un 18% en 2022, los ingresos por impuestos observan un descenso en su tasa de crecimiento desde 23, llegando a su pico más bajo de 8.5% entre enero y junio de 2025.
Por otro lado, se verifica que entre febrero y junio 2025, el ITBIS o IVA muestra una caída con relación a enero (RD$35,186.2 millones).
Al margen de que la economía haya crecido a solo 2.4% en la primera mitad del año, la puesta en ejecución el sistema de factura electrónica y habiendo acreditado el 70% de los grandes contribuyentes nacionales, pone entre dicho la efectividad de dicha mejora tecnológica para enfrentar la evasión y elevar la transparencia y el nivel de eficiencia de la administración tributaria.
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