Hombre resbala sobre reja y fierro le atraviesa el cuello en Magdalena, pero logra sobrevivir: “Volví a la vida”
Luis Ernesto Yui Maldonado (42) había salido de jugar un partido de fútbol y se dirigía a comprar víveres para su hogar cuando sufrió un accidente que, según él mismo afirma, solo puede contar de milagro. El 21 de junio, en pleno invierno limeño y bajo la garúa característica de Magdalena del Mar, intentó cruzar un jardín con malla, perdió el equilibrio y cayó sobre una reja de fierro.
El impacto fue tan fuerte que una varilla le atravesó el cuello y salió cerca de la oreja, a pocos milímetros de comprometer la arteria aorta, lo que pudo causarle la muerte inmediata. “Se me diagnosticó como que había fallecido 50 o 40 segundos y de ahí volví a la vida”, relató, agradecido por esta segunda oportunidad.
PUEDES VER: Alerta roja en Lima y otras regiones de la costa por peligroso fenómeno de 71 horas, advierte Senamhi
Bomberos y médicos lograron salvarle la vida tras una compleja intervención
La escena generó pánico entre los transeúntes, quienes alertaron de inmediato a las autoridades. El Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú llegó en cuestión de minutos y, tras cortar con cuidado el metal incrustado para no agravar las heridas, trasladó a Luis Ernesto a un centro de salud cercano.
Fue derivado de emergencia al Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión del Callao en estado crítico, donde un equipo del Servicio de Cirugía de Cabeza, Cuello y Maxilofacial realizó una intervención inmediata que permitió extraer el objeto metálico sin comprometer estructuras vitales.
“Seguía consciente hasta llegar al hospital Carrión. Estuve 6 o 7 días en UCI (...) me hicieron sentir que podía vivir y salir de eso”, relató. Durante el procedimiento sufrió un paro cardiaco de algunos segundos, lo que incrementó el riesgo, pero la intervención médica logró estabilizarlo. Tras continuar su recuperación en sala común, fue dado de alta 14 días después.
Luis Ernesto vence a la muerte tras caer sobre una reja
La historia de Luis Ernesto es un caso excepcional. Él mismo lo reconoce: “Yo le digo a mis amigos y familiares: estoy viviendo de prestado. Lo que me pasó es algo que pocas personas pueden contar”, comentó conmovido.
El paciente destacó la preparación y la calidad humana del equipo médico y no médico del principal nosocomio chalaco. Ahora continúa su proceso de recuperación en casa, donde asegura que esta experiencia le enseñó a valorar más el tiempo con sus seres queridos.
“Cuando uno experimenta estar en el umbral del otro mundo, tiene que reflexionar en qué estás fallando o acertando. Lo mío no ha sido una cosa fortuita, debe ser por algo. Dios tiene un propósito para mí”, afirmó.