El antisemitismo en Francia, por Mirko Lauer
El gobierno de Emmanuel Macron ha citado al embajador de los EE. UU. en París por sus opiniones sobre cómo aumenta el antisemitismo en Francia y la poca importancia que le da el gobierno a este fenómeno. Que en Francia hay, desde hace mucho tiempo, fuertes corrientes antisemitas es algo que se sabe. ¿Por qué ha llamado la atención sobre ellas Charles Kouchner?
Kouchner es judío él mismo, y consuegro de Donald Trump. En su carta abierta sobre el tema se ha tomado el trabajo de detallar cómo se manifiesta hoy el antisemitismo en Francia, en ataques casi diarios a personas y sinagogas. Da toda la impresión de que el embajador está repitiendo lo mismo que dijo Tel Aviv hace poco.
Es decir, que Kouchner se ha adelantado al reconocimiento del Estado palestino que ha ofrecido Macron para este septiembre. La idea sería reducir la decisión del presidente francés a un acto de antisemitismo. Ya el senador Marco Rubio ha calificado el anuncio de Macron como un acto irresponsable.
Francia tiene un conocido problema de fobias étnicas. La presencia de fuertes comunidades árabes y judías con los años ha producido una islamofobia y un antisemitismo intensos, y en los últimos años potenciados por el ascenso de la extrema derecha en el país. Algo que se ha prestado a criticar diversas políticas oficiales.
En lo de reconocer al Estado palestino Macron no está solo. Por todo el mundo, movimientos insospechables de antisemitismo (incluidos numerosos ciudadanos de Israel) están protestando por el trato inhumano que viene dando el gobierno de Benjamín Netanyahu al pueblo palestino. El comentario de Kouchner es de mala entraña.
El embajador no está pidiendo que Macron desista de su decisión sobre Palestina. Con ánimo más diplomático, le está pidiendo que resuelva el problema de la persecución de los judíos en Francia. Al no haber incluido a los musulmanes en su pedido, le ha dado a su carta un tono partidista que la debilita como argumentación.
El anuncio de Macron, y la posibilidad de que parte de Europa lo siga, no ha desanimado a Netanyahu de su cruel marcha contra los derrotados de Gaza. Si eso persiste, quienes reconozcan al Estado palestino van a encontrarse enfrentados al gobierno de Tel Aviv, hoy universalmente acusado de prácticas antihumanitarias.