Muchos éxitos han llovido sobre el tejado de la casa de Akashi desde que en 1972 lanzara la Z original, la 900 de cuatro cilindros , que a lo largo de sus cuatro años de vida comercial (1972-1976) despachó más de 85.000 unidades. Aunque el proyecto inicial contemplaba una cilindrada de 750cc, finalmente salió al mercado con 903cc y supuso toda una revolución entre las muscle bikes. Nacía la 'Super Four model Z1', génesis de una de las sagas más populares de todos los tiempos. El siguiente hito se produjo en 2004 con el lanzamiento de la famosa Z750 (2004-2013) , un modelo que rompió moldes en el segmento: con más cilindrada y rendimiento, y una estética agresiva sin igual, se convirtió rápidamente en líder de ventas vendiendo más de 100.000 unidades hasta 2012, cuando fue sustituída por la Z800 (2013-2016) que mantuvo la exitosa trayectoria. La siguiente evolución fue la Z900 en 2017 , que elevó las cifras de ventas de esta inigualable familia hasta las 300.000 unidades. Es sin duda, la estirpe de nakeds más exitosa de todos los tiempos y la «gallina de los huevos de oro» de la firma japonesa desde hace décadas. Suponemos entonces que no necesita mucha presentación esta japonesa, que en 2025 ha aprovechado la obligada adaptación a la normativa Euro5+ para ponerse al día. Kawasaki no se ha ceñido a cumplirla y ha añadido en esta nueva evolución de su Z significativas mejoras tanto a nivel de diseño como en el motor, parte ciclo y, sobre todo, el apartado electrónico que da un salto cualitativo importante. El diseño exterior conserva toda su personalidad (el legendario concepto Sugomi japonés que inspira sus líneas) pero ha sido actualizado con un nuevo frontal que incluye unas ópticas delanteras con iluminación LED más compactas. La parte trasera también ha sido revisada, con un nuevo piloto LED. Luce además unos embellecedores de aluminio cepillado en los laterales, que junto a otros nuevos detalles, le confieren un aspecto más metálico. El asiento , a 830 mm del suelo, también es nuevo: es más plano y con un interior de uretano más grueso, más estrecho en la parte delantera y ancho en la trasera, mejorando el confort y la movilidad del conductor, y facilitando la llegada al suelo con los pies. Se ofrece opcionalmente un asiento a 810 mm. La pantalla TFT crece hasta las 5 pulgadas , tiene dos tipos de visualización y cambia automáticamente el color del fondo en función de la luz ambiental. Kawasaki estrena en su Z900 un nuevo servicio de navegación a través de la app de la marca (Rideology the App), que incorpora además un sistema de navegación «Giro a giro» y con comandos por voz, que ofrece indicaciones de navegación simplificadas en el nuevo panel TFT. El manillar de tubo de aluminio de gran diámetro es nuevo y aumenta la rigidez, y ahora la piña izquierda incorpora los botones de navegación en el menú del cuadro. El motor , un cuatro cilindros en línea de 4 tiempos de 948 cc, sigue siendo el mismo y mantiene prácticamente sus cifras, establecidas en 124 CV de potencia máxima a 9.5000 rpm y un par motor de 97,4 Nm a 7.700 rpm, pero los ingenieros de Kawasaki le han metido mano, revisando entre otras cosas las mariposas de admisión, para reforzar su empuje a medio régimen y optimizar su respuesta, ahora más suave. Se han actualizado los árboles de levas que, junto a nuevos ajustes de la ECU, contribuyen a mejorar el ahorro de combustible un 16%, además de reducir las emisiones de CO2 con respecto al modelo anterior. Y es que gracias a su nuevo acelerador electrónico , el control del gas es mucho más preciso y sofistica todavía más sus intenciones deportivas. Un Ride by wire que supone la esperada llegada de los modos de conducción, tres con parámetros establecidos (Sport, Road, Rain) y un cuarto personalizable (Rider). También incorpora de serie ABS, control de tracción, de crucero y de deslizamiento. Otras de las grandes novedades dentro del paquete de asistencia electrónica es la instalación de una IMU de seis ejes encargada de supervisar diversas funciones y que los controles electrónicos funcionen según la inclinación de la moto. También incorpora de serie el nuevo Quickshifter de doble dirección, que permite cambiar sin embrague, ahora, a partir de las 1.500 rpm. La parte ciclo también recibe novedades , destacando sobre todo las nuevas pinzas delanteras de freno de 4 pistones de anclaje radial para un tacto de frenada más lineal. La pinza que muerde el disco trasero cuenta con nuevas pastillas y latiguillo. Además, se ha modificado el refuerzo detrás de la pipa de dirección buscando una mayor maniobrabilidad, los tubos del subchasis trasero están menos inclinados para permitir rebajar la altura de la base de asiento y permitir un mayor acolchado, y las suspensiones tienen nuevos ajustes. Además de la unidad estándar, Kawasaki ha configurado una versión Especial Edition -el modelo que nos han cedido para este test- que se distingue por incorporar suspensiones de mayores prestaciones (incluido un amortiguador trasero Öhlins), un sistema de freno delantero Brembo y colores y gráficos especiales. También trae de serie una discreta toma USB tipo C, ubicada en la parte de la instrumentación. La nueva Z900 resulta más cómoda en muchos aspectos. Ergonómicamente, mantiene su estilo de conducción deportivo pero mejora su habitabilidad, capacidad de movimientos y accesibilidad. Ya en marcha, se percibe rápidamente la mejor y más suavizada gestión de la apertura del gas y de las reducciones , gracias a la llegada de la IMU y el acelerador electrónico. Su motor reacciona a la mínima insinuación del acelerador, con mucha inmediatez, y se nota con el mismo empuje pero más refinado que la versión anterior, capaz de ofrecer mejores sensaciones al manillar . El nuevo Quick-shift funciona muy bien desde bajo régimen. En curvas, la Z900 sigue atesorando su aclamada agilidad de siempre y su gran precisión en la trazada, si bien ahora parece haber potenciado estas cualidades gracias a sus retoques a nivel de chasis. Al igual que los frenos delanteros, que si ya en la versión estándar incrementan su rendimiento, en la SE resultan sobresalientes tanto en el tacto como en la progresividad y eficiencia de frenada. Las suspensiones ofrecen un tarado firme en sintonía con sus pretensiones deportivas.