Un incendio aparatoso que bien pudo terminar en tragedia. Dos bomberos del Ayuntamiento de Madrid tuvieron que ser rescatados por sus propios compañeros tras quedar atrapados en el restaurante El Ñaño mientras trabajaban en su extinción. Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 12.30 horas en un local especializado en comida ecuatoriana, cuando las llamas se desataron en la cocina, lo que generó una gran cantidad de humo y calorías en todas las estancias afectadas. Valiéndose del testimonio de algunos empleados, la vicealcaldesa de Madrid y delegada del Área de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, reveló después que el origen del suceso podría estar relacionado con la campana extractora de la cocina del negocio, si bien recordó que la investigación se encuentra en una fase «muy inicial». Fueron hasta 18 las dotaciones de bomberos que acudieron al número 1 de la calle de Amador de los Ríos (en el distrito de Chamberí), justo enfrente de la Secretaría de Estado de Seguridad y otras dependencias del Ministerio de Interior, las cuales tuvieron que ser desalojadas durante al menos treinta minutos, según confirmaron a Ep fuentes de la cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska. En paralelo, los equipos desplazados tuvieron que afanarse en extinguir un incendio que se complicó más de la cuenta. Aunque a su llegada el restaurante se encontraba vacío, dos de los bomberos que accedieron en relevo resultaron heridos graves al sufrir quemaduras en las manos. «El problema es que se ha generado mucho humo porque ha habido oxígeno que lo ha alimentado», señalaban ayer fuentes de Emergencias Madrid a este periódico. Esta circunstancia, provocada normalmente por la apertura de puertas y ventanas, pudo desorientar a los dos integrantes del Cuerpo que quedaron atrapados en el interior. Ambos fueron trasladados al hospital de la Paz, donde ingresaron sin que sus vidas corrieran peligro. Hasta una quincena de unidades de Samur-Protección, siete de ellas estrictamente asistenciales, se personaron en el enclave para atender en total a nueve bomberos, los dos graves y otros siete que fueron conducidos en estado leve por afecciones por estrés térmico o inhalación de humo a distintos centros hospitalarios, como el Hospital Clínico, la Fundación Jiménez Díaz o el Gregorio Marañón. Una vez controladas las llamas, el directivo de guardia de Bomberos de Madrid, Miguel Seguí, explicó que El Ñaño se encontraba cerrado en el momento de la intervención, por lo que se vieron obligados a entrar para localizar el origen de las mismas. «Estaban trabajando varios equipos en el interior porque no era fácil el acceso. Entre la entrada de aire y que el fuego estaba infraventilado se ha producido una rotura del falso techo, que ha generado a su vez una turbulencia y una deflagración de gas combustible en un recinto bastante grande», señalaba. Conexión con la manguera Este hecho pilló desprevenidos a los profesionales que se encontraban dentro, llegando incluso algunos de ellos a perder conexión con la manguera. Gracias a la otra bomba de agua que en ese momento estaba también desplegada, el resto de dotaciones pudieron actuar con rapidez para acudir en su rescate. Tras dar por extinguido el fuego, los bomberos mantuvieron hasta entrada la tarde las labores con el objetivo de ventilar y refrescar la parte del edificio afectada. La Policía Municipal, al frente de las pesquisas, fue la encargada de cortar varias calles de la zona.