Con un Córdoba CF en horas bajas, los blanquiverdes no han sido capaces de ser solventes en ambas áreas del campo. Aunque en el aspecto defensivo se puede atisbar cierta mejoría con el transcurso de los partidos, las d esconexiones puntuales siguen siendo una lacra determinante en el devenir de los partidos, lo que ha impedido que se logren buenos resultados y, por ende, que el conjunto cordobesista únicamente haya dejado a cero su portería en una única ocasión . Ya en la temporada del ascenso al fútbol profesional, se achacó cierta debilidad a la hora de tapar las internadas rivales al encajar en demasía , pero este punto débil se contrarrestó con la solvencia y la mordiente en ataque. Si se expresa esto en cifras, el Córdoba vio como en 63 ocasiones el balón se introdujo en su propia meta, lo que les colocó como el tercer equipo que más tantos cedió , empatados con Zaragoza, Castellón y Eldense. Únicamente fueron superados por Racing de Ferrol (64) y Cartagena (78). Respecto a los guardianes del arco blanquiverde, Carlos Marín logró mantener su meta invicta en nueve duelos , cifras que le colocan como el segundo portero más goleado y que su equipo fuera el antepenúltimo en porterías a cero, igualados con Tenerife y Sporting. Por el lado de Ramón Vila, en las dos únicas apariciones que tuvo encajó tres goles y no pudo salvaguardar los tres palos cordobesistas. Lejos de subsanar esta gran cantidad de goles en contra, el Córdoba sigue sin aprender de sus errores y se encamina a otra temporada donde una de las parcelas más señaladas es la defensa. Con la llegada de los nuevos efectivos, todavía debe cumplirse un tiempo de aclimatación al estilo de Iván Ania y su filosofía de defender con un bloque alto. Pero el fútbol no entiende de paciencia, por lo que la exigencia ya empieza a ser inmediata. El daño en las transiciones y el posicionamiento a la hora de cubrir las espaldas han sido los principales errores en una defensa que ha encajado doce goles en contra, o lo que es lo mismo, una media de casi dos goles por partido. Ante esta gran cantidad de tantos encajados, aunque no siempre han sido los máximos responsables, la figura del portero ha sido observada con lupa . A pesar de que Carlos Marín ha sido héroe y el mejor efectivo en esta demarcación con sus grandes actuaciones a lo largo de sus cinco años en la entidad ribereña , un gris comienzo ha hecho que quede relegado al banquillo. Su segundo año en el fútbol profesional ha estado marcado por tener más sombras que luces, y es que sus grandes intervenciones han quedado opacadas por la gran cantidad de goles que ha recibido . Tras cinco partidos donde encajó nueve goles, y materializar una única portería a cero frente al Valladolid, su regular papel ante el Andorra hizo que Iván Ania apostase por Iker Álvarez ante el Racing de Santander hace dos jornadas. En su debut, sus paradas de mayúsculo mérito fueron argumentos suficiente para repetir titularidad ante la Real Sociedad B, partido donde destacó por parar un penalti. Con todo esto, el meta andorrano tampoco pudo mantener su portería intacta al verse sobrepasado por los errores de su línea defensiva. Más allá de los nombres propios , la clave pasa por encontrar continuidad y confianza en una posición que siempre marca diferencias como es la portería. Además, la zaga debe ganar en solidez y compenetración para ofrecer al equipo la estabilidad que le ha faltado en este arranque de curso.