El dólar sube y queda a casi 4% del techo de la banda, tras el ingreso de divisas del agro
El dólar mayorista presiona al alza este jueves y sube a $ 1427 para la venta, con un alza de $ 2 respecto de la jornada previa. Así, el tipo de cambio de referencia está aproximadamente 3,8% por debajo del techo de la banda cambiaria.
El mercado sigue de cerca la dinámica volátil en un contexto en el que ya no habrá ingreso de dólares del agro, tras el aluvión que generó el Gobierno y que representó un ingreso de u$s 7000 millones en tan solo cuatro días. También, fuentes del mercado indican que el Tesoro nuevamente colocó un "offer grande" en $ 1425.
Esto significa que, en la práctica, lo que hace el Tesoro es fijar el techo: pone a disposición muchos dólares en $ 1425 para que la cotización no se dispare. Mientras haya oferta oficial en ese nivel, los privados que quieran comprar tienen que hacerlo a ese precio y no más caro, lo que contiene la suba del tipo de cambio, por eso se mueve sobre el mismo valor en el que cerró y abrió la jornada.
El resto de las cotizaciones muestra una leve dispersión en las distintas cotizaciones. El MEP retrocede 0,5% a $ 1.521,50 y el CCL cae 0,6% hasta $ 1.565,40. En tanto, el dólar blue se mantiene estable en $ 1460, al igual que el oficial en $1.450.
Asimismo, se espera a ver si tendrá algún efecto el cepo a las billeteras virtuales, que se implementó este martes y que impide a estas plataformas ofrecer compraventa de dólares a sus usuarios. }
Antes las dudas, la City especula
Desde Max Capital plantearon algunos escenarios sobre cómo podría seguir la dinámica para el dólar.
Escenario base: siguen con las intervenciones El Tesoro utiliza primero unos u$s 2.500 millones de sus propios depósitos para contener la presión cambiaria, y luego el BCRA interviene en el techo de la banda, actualmente en $ 1.481,8. A esto se suman ventas de futuros, que ya alcanzan una posición corta de al menos u$s 7.000 millones (u$s 5.000 millones en agosto y probablemente entre u$s 1.000 y u$s 2.000 millones adicionales en la jornada de hoy).
Para el broker, el Gobierno podría interpretar esta presión como de carácter precautorio y adelantado, identificando en las importaciones anticipadas y en la dolarización precautoria de carteras de individuos los principales motores. "Bajo esa lectura, la presión cambiaria no solo desaparecería después de las elecciones, sino que incluso se revertiría", desliza MC en su escenario.
Pues bajo esa lógica, las ventas de dólares estarían justificadas: "Un resultado electoral favorable aliviaría los temores y permitiría una apreciación de la moneda, con menores importaciones y carteras dolarizadas, volcándose a vender dólares para obtener pesos con fines transaccionales".
Parte de la estrategia también podría estar guiada por la idea -errónea- de que los "pesos son escasos" y que las intervenciones no esterilizadas absorberán liquidez, al reducir así la capacidad de presión sobre el tipo de cambio.
Sin embargo, esto pasa por alto que la velocidad de circulación del dinero se ajusta rápidamente (la demanda de dinero cae) en respuesta a la presión de los bonos en pesos, y que para comprimir la liquidez a ese nivel se requerirían tasas extremadamente altas, superiores al 100% conforme se acerquen las elecciones.
Escenario alternativo: Intensificar las restricciones cambiarias
Max Capital es claro al respecto: "El Gobierno ya avanzó en esta línea al limitar el arbitraje y al bloquear el acceso al mercado oficial de divisas de los bancos a través de billeteras virtuales".
El próximo paso, según el broker, podría ser reintroducir un límite a las compras de individuos, con el fin de contener los arbitrajes en el mercado informal, donde hoy los particulares tienen incentivos a vender dólares gracias a una brecha cambiaria superior al 10%.
No obstante, restricciones adicionales tendrían un costo reputacional significativo, generando expectativas de más controles hacia el futuro -por ejemplo, de cara a las elecciones de 2027- y elevando el tipo de cambio de equilibrio en los períodos sin restricciones.
Además, dice que serían un golpe político, en especial entre votantes de centroderecha, y ampliarían la brecha hacia niveles de entre 30% y 40%. Esto, a su vez, alimentaría la inflación, ya que el CCL se ubicaría más alto que en un esquema de tipo de cambio libre.
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