"Aura Sinfónica", exposición individual de María Yzaga
“Pinto para descubrir lo que vibra en lo invisible, para que el gesto revele aquello que no se ve a simple vista”. Con esa convicción, María Yzaga ha construido una obra donde el círculo se vuelve más que una figura: es memoria, ritmo, resonancia. En Aura Sinfónica, su más reciente proyecto, la artista convierte la geometría en una experiencia sensible, abierta a lo íntimo y a lo cósmico.
Los lienzos despliegan esferas, núcleos y movimientos que sugieren tanto semillas como astros. La pintura se vuelve organismo, pulsa al compás de luces y sombras, de manchas que germinan, de líneas que contienen y expanden. Hay en cada tela una invitación a escuchar con los ojos: a reconocer cómo lo circular encierra flujos de energía y, al mismo tiempo, abre a nuevas formas de afecto.
Yzaga ha señalado que en su proceso la pintura funciona como una partitura: el cuerpo ejecuta el gesto, el color marca la cadencia, y el círculo sostiene la armonía. Esa lectura, tan cercana a lo musical, se refuerza en el título de la muestra y en el modo en que las obras parecen coreografiarse unas con otras, como si fueran fragmentos de una misma melodía.
La curaduría de Daniel Bernedo destaca justamente ese carácter vital y expansivo. Para él, la obra de Yzaga “contiene, comparte y conmueve”, reinventando géneros tradicionales como el bodegón o el retrato desde una perspectiva afectiva y lúdica. Más que un repertorio formal, lo que propone es una sensibilidad contemporánea: una pintura que devuelve al espectador la posibilidad de detenerse, contemplar y dejarse conmover.
Formada en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en la Gerrit Rietveld Academie de Ámsterdam, Yzaga pertenece a una generación que se mueve entre lenguajes sin fronteras fijas. En su práctica, lo pictórico dialoga con la instalación y el performance, siempre atravesado por la pregunta de cómo representar lo invisible. Aura Sinfónica responde a esa inquietud con imágenes que son a la vez ritual y juego, memoria personal y resonancia colectiva.
La exposición puede visitarse en la galería Ginsberg + Tzu hasta el 31 de octubre de 2025.
(NdP).