Álvaro Martín (Llerena, Badajoz, 1994) recibe en un despacho de abogados de la capital en una sala desde la que se ve la Bolsa de Madrid. Cuenta sonriente que es becario, que se ha decantado por el derecho mercantil y parece feliz, aunque la edad delata que en su camino ha pasado algo para retrasar este encargo. Sus 31 años no hablan de un estudiante típico. Un año antes de esta escena, en París, estaba ganando un oro y un bronce olímpico en marcha. Dejó el deporte. Fue una sorpresa ver cómo se iba aquel chico que estaba dando gloria al país, pero cuando cruzó aquella última meta olímpica él ya sabía que era el final, por más que tardase...
Ver Más