El ex campeón mundial de ajedrez Vladimir Kramnik acusado de acoso tras la muerte de su rival Daniel Naroditsky
La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) ha abierto una investigación contra el ex campeón mundial ruso Vladimir Kramnik por presunto acoso hacia el jugador estadounidense Daniel Naroditsky, fallecido este lunes a los 29 años. Kramnik había acusado públicamente a Naroditsky de hacer trampas en partidas en línea, sin aportar pruebas concluyentes. La comunidad ajedrecística internacional continúa conmocionada por el fallecimiento del joven gran maestro, streamer y comentarista muy popular en Estados Unidos.
En una serie de mensajes públicos, Kramnik afirmaba que “no podía quedarse callado” ante lo que consideraba un patrón de trampas en el ajedrez en línea. En uno de sus textos, escribió: “No tengo pruebas formales, pero mi intuición y experiencia me dicen que algo no cuadra”. Aunque no mencionó a Naroditsky por su nombre en todos los casos, sí lo incluyó en una lista de jugadores que, según él, deberían ser investigados.
En una publicación realizada el pasado viernes, tres días antes de su muerte, Naroditsky señaló que “esto me está destruyendo. No puedo dormir. No puedo concentrarme. No puedo entender por qué alguien a quien admiraba tanto me haría esto”. El joven gran maestro había sido objeto de una campaña de sospechas que afectó profundamente su bienestar emocional.
La FIDE ha remitido las declaraciones de Kramnik a su Comisión de Ética y Disciplina para evaluar si constituyen una infracción de sus normas internas. El presidente de la federación, Arkady Dvorkovich, declaró que “la FIDE no tolerará ninguna forma de acoso o difamación, venga de quien venga”. Añadió que “la muerte de Daniel Naroditsky es una tragedia que nos obliga a reflexionar sobre nuestras responsabilidades colectivas”.
Numerosos jugadores y comentaristas han expresado su consternación por el fallecimiento de Naroditsky. El gran maestro Hikaru Nakamura escribió en X: “Daniel era uno de los mejores entre nosotros. Su pérdida es devastadora”. Otros jugadores han pedido a la FIDE que refuerce sus protocolos contra el acoso y que se establezcan límites claros sobre las acusaciones públicas sin pruebas.
El caso Kramnik–Naroditsky reabre un debate latente en el mundo del ajedrez digital: cómo abordar las sospechas de trampas sin vulnerar la presunción de inocencia ni dañar la reputación de los jugadores. La FIDE ya había advertido en el pasado sobre los riesgos de “acusar sin pruebas” y ha recordado que las investigaciones deben realizarse de forma confidencial y con base en evidencia técnica.
