La antigua huerta de Alicante también sufre la condena del olvido. Si se observa el aspecto que presenta el espacio ubicado a las espaldas del complejo deportivo de Montemar, donde el Hércules proyecta su futura ciudad deportiva a la espera de una hoja de ruta definitiva, pocos pensarían que esta zona fue, durante siglos, parte del corazón de la producción agraria alicantina. Sus terrenos fueron cultivados, sus vinos exportados y sus productos objeto, incluso, de la letra de algún cántico popular que se generalizó más allá del término municipal y de manifestaciones culturales mucho más lejanas.