El Consell ha decidido medir lo que los inmigrantes "aportan y gastan", incluso la sangre que donan. El acuerdo entre el PP y Vox para incorporar estadísticas diferenciadas por nacionalidad al Plan Valenciano de Estadística convierte un viejo prejuicio en política pública. Bajo el argumento de "conocer la realidad", la Generalitat se dispone a poner cifras al discurso del miedo, señalando a una parte de la ciudadanía como sospechosa por el simple hecho de haber nacido fuera. Un planteamiento que los sindicatos y la oposición consideran inaceptable, por entender que abre la puerta a la estigmatización.