El PP y Vox parecen empeñados en lanzarse los trastos a la cabeza. Da la impresión de que el mayor entusiasmo de ambos partidos consiste en encontrar, cada día, un nuevo motivo para atacarse o desacreditarse mutuamente. Sin embargo, el enorme reto que comparten –desalojar del poder al autócrata Sánchez– exige, ahora más que nunca, que concentren toda su artillería política en la Moncloa. Nunca antes un presidente de España había estado tan cuestionado. Y es que, conociendo al personaje, ya ha quedado claro que carece de escrúpulos y que está dispuesto a seguir desmantelando las instituciones del país con tal de aferrarse al poder hasta 2027. A Sánchez ya le importa poco el descrédito internacional de España –y el...
Ver Más