Una casa de comidas escondida en la sierra de Madrid sorprende con un menú que cambia cada semana
Un referente gastronómico nacido de la casualidad
El origen de Doña Filo no fue una estrategia empresarial, sino una cadena de casualidades. Julio Reoyo, funcionario municipal, abrió un pub con un socio en Colmenar del Arroyo (Madrid). De ahí surgió la oportunidad de montar un restaurante. Sin experiencia, pero con determinación, acabó tras los fogones con la ayuda de un camarero que resultó ser cocinero: Celedonio Castro Gil. Fue su maestro, y también el de Inma.
En 1992 abrieron El Mesón de Doña Filo, que en 1998 se trasladó a su ubicación actual y perdió el apelativo "mesón". La cocina evolucionó, pero siempre con la memoria gastronómica como punto de partida.
Estrella Michelin y fidelidad al cliente
Entre 1999 y 2009, Doña Filo lució una estrella Michelin. Pero cuando la perdieron, no cambiaron su rumbo. “Las guías ya no importan”, afirma Julio. “Nuestros clientes son la estrella”. Su menú, que cambia semanalmente, se estructura en varios pasos donde los guisos tradicionales y la casquería refinada juegan un papel central.
Se sirve solo los fines de semana y siempre bajo reserva. El menú completo cuesta 75 euros; la versión reducida de la cena, 55. Cada plato combina producto local, técnica y sazón. En la sala, Inma es quien recibe y acompaña a los comensales con la calidez de una anfitriona de toda la vida.
Una cocina que forma cocineros
Algunos nombres destacados de la gastronomía actual aprendieron en Doña Filo. Javi Estévez (La Tasquería), Dani Ochoa (Montia) o José Pizarro, referente de la cocina española en Londres, pasaron por su cocina o se formaron en contacto directo con Julio. “Javi vivió con nosotros durante un tiempo. Es parte de esta casa”, recuerda Inma emocionada.
Julio nunca dejó de estudiar. Libros, pruebas, errores, visitas a restaurantes… Todo para perfeccionar su estilo. Entre sus platos estrella destacan las manitas rellenas de morcilla, el guiso de callos, pata y morro, y una versión delicada del milhojas de salmón con mantequilla de anchoas como homenaje a Paco Rubio, exjefe de cocina del Hotel Palace.
Noviembre casquero: cocina con alma
Desde 2024, el restaurante celebra las jornadas Noviembre casquero, dedicadas a la casquería en su versión más moderna y elegante. Cada año elige una temática distinta. En 2025 el lema es “Trampantojo”, aunque los detalles no se desvelan. Lo que sí se conoce es el formato: 13 pases, precio de 115 euros, del 31 de octubre al 30 de noviembre.
Este menú especial se ofrece junto a la propuesta habitual. En ambas, se mantiene la esencia: cocina sincera, respetuosa y profundamente sabrosa. Un estilo que ha enamorado a crítica y público sin necesidad de artificios.
Un lugar con alma y futuro
Hoy, Julio Reoyo dirige la cocina junto a Braulio Bonilla y Marco San Matías. Este último se presentó como cliente y confesó que su sueño era trabajar allí. “Es lo más bonito que me han dicho”, reconoce Julio. A sus 62 años, mantiene intacta la ilusión: “Me quedan muchas cosas por hacer. Y cuando las termine, buscaré más”.
Doña Filo es más que un restaurante. Es un espacio donde la tradición se honra y se reinventa, donde los sabores de siempre se cocinan con técnicas modernas y cariño infinito. Un comedor de pueblo que ha sabido ganarse un lugar privilegiado en el mapa gastronómico español sin dejar de ser fiel a sí mismo.
Más información y reservas en la web oficial del Ayuntamiento de Colmenar del Arroyo.
