España mueve una parte clave de su riqueza fuera del país y los datos oficiales explican por qué
España mantiene actualmente alrededor de 195.000 millones de euros en territorios considerados de baja tributación o con estándares reducidos de transparencia financiera. Esta cifra equivale aproximadamente al 13% de la riqueza nacional, un porcentaje alineado con la media mundial.
El dato procede del último informe del Observatorio fiscal de la Unión Europea, que analiza la localización del patrimonio global en jurisdicciones con fiscalidad laxa. A escala internacional, el volumen total supera los 11 billones de euros, una cantidad que ilustra la dimensión estructural del fenómeno.
Cuánto dinero español hay realmente fuera
El informe introduce una matización clave: no todo el patrimonio ubicado en estos territorios está necesariamente oculto a las autoridades fiscales. Si se excluyen los activos canalizados a través de empresas fantasma o estructuras sin actividad real, la riqueza española en estos enclaves se reduciría hasta el 5% del PIB, unos 75.000 millones de euros.
Esta diferencia pone de relieve el peso de las estructuras societarias opacas en el cálculo global y explica por qué las estimaciones pueden variar de forma tan significativa según la metodología empleada.
Un fenómeno global, no aislado
A nivel mundial, el porcentaje de riqueza situada en territorios de baja tributación se mantiene estable desde hace casi dos décadas. En 2007 representaba en torno al 11% de la riqueza global y en la actualidad ronda el 12%, con oscilaciones ligadas al comportamiento de los mercados financieros.
Cuando los activos financieros se revalorizan, el volumen de riqueza offshore aumenta; cuando los mercados caen, la proporción se reduce. No se trata, por tanto, de una tendencia exclusivamente ligada a un aumento de la evasión fiscal.
Suiza y el mapa del dinero español
El principal destino histórico del patrimonio español en el exterior sigue siendo Suiza. Cerca de dos tercios del dinero español ubicado en territorios opacos se concentra en el país alpino, pese a que ya no figura oficialmente como paraíso fiscal dentro de la Unión Europea.
Suiza se adhirió en 2017 al Estándar Común de Reporte, lo que supuso un giro en su tradicional secreto bancario. Desde entonces, su peso como refugio de grandes fortunas ha disminuido de forma notable.
El declive del secreto bancario suizo
En 2006, Suiza concentraba cerca del 50% del patrimonio oculto mundial. A finales de 2023, esa cuota había caído hasta el 22%. El endurecimiento de las normas de transparencia ha encarecido el uso del sistema financiero suizo para quienes buscan opacidad.
Como consecuencia, otros centros financieros han ganado protagonismo en el reparto de la riqueza internacional.
Territorios británicos y nuevos polos financieros
En el caso español, casi un tercio del patrimonio situado en territorios opacos se encuentra en centros financieros vinculados al Reino Unido, como Guernsey, Jersey o las Islas Vírgenes Británicas.
En el conjunto mundial, los territorios asiáticos han asumido un papel creciente. Hong Kong, Singapur y Macao concentran ya más de un tercio de la riqueza offshore, mientras que los enclaves británicos suman en torno al 27%.
Estados Unidos también ha incrementado su peso, captando aproximadamente el 13% del patrimonio global situado fuera de los países de origen, beneficiándose de un nivel de transparencia inferior al exigido por los estándares internacionales.
Transparencia fiscal y control del dinero
Desde 2017, más de un centenar de países intercambian información financiera de forma automática a través del Common Reporting Standard. Bancos, gestoras y aseguradoras están obligados a comunicar a las autoridades fiscales los datos de las cuentas de no residentes.
Este sistema ha reducido de forma drástica la riqueza completamente oculta. Antes de su aplicación, entre el 90% y el 95% del patrimonio offshore escapaba al control fiscal. En la actualidad, ese porcentaje es mucho menor.
Qué parte sigue sin declararse
Los datos de países con alto nivel de cumplimiento, como Dinamarca, indican que cerca del 83% de la riqueza en territorios de baja tributación ya ha sido aflorada, mientras que en torno al 17% permanece oculta.
Esta proporción sirve como referencia para estimar el volumen de patrimonio que aún escapa a los sistemas de control internacionales.
Por qué se saca el dinero fuera
El informe europeo subraya que la elusión fiscal no es el único motivo para mantener activos en el extranjero. Los bancos internacionales ofrecen productos de inversión especializados, mayor flexibilidad financiera y, en algunos casos, menores costes operativos.
Además, estas estructuras pueden utilizarse para ocultar patrimonio en conflictos societarios o familiares, eludir sanciones internacionales o canalizar fondos de origen ilícito mediante redes de empresas pantalla, fundaciones o fideicomisos.
Legalidad y obligaciones fiscales en España
Tener patrimonio en el extranjero no es ilegal. Los residentes fiscales en España están obligados a declarar los rendimientos generados por esos activos, como intereses o dividendos, y a informar de su riqueza global cuando existe obligación por el impuesto sobre el patrimonio.
Las cifras actuales muestran que España ya tiene una parte relevante de su riqueza fuera del país, en línea con las grandes economías. La clave no está solo en dónde se encuentra el dinero, sino en el grado de transparencia con el que se declara.
