Una hermosa felicitación navideña de Donald Trump
CASI nos deja sin palabras el mensaje de felicitación por la Navidad del presidente de Estados Unidos Donald Trump, el pacificador por la fuerza. Como mandatario de toda la su nación, no excluyó a nadie del mensaje en Truth Social. Expresivo como siempre, no le faltaron vocablos explícitos para los de su lado y hacia los del otro…
En los parabienes de la festividad estaba —así escribió— «incluida la escoria de la izquierda radical que está haciendo todo lo posible por destruir nuestro país, pero fracasando estrepitosamente», una amplia designación que según sus criterios y los de su tropa del nacionalismo blanco integran no solo comunistas o que los supone, además y en mayoría, los del movimiento antifas (antifascistas), minorías protestonas que pueden ser de latinos o negros aunque también blancos juiciosos y consecuentes, inmigrantes irregulares o residentes legales, musulmanes a quienes embolsan como «terroristas», judíos pro-palestinos que dice «estúpidos» o traidores, estudiantes que supone «antisemitas», los críticos a quienes demoniza y separa del sistema judicial o insulta y hasta pretende purgar o censurar en los medios, saltándose con todos la Primera Enmienda que dice garantizar las libertades de religión, expresión, reunión y el derecho de petición.
Las congratulaciones navideñas no olvidaron a nadie, ni sus propios logros: «Ya no tenemos fronteras abiertas, hombres en deportes femeninos, transgénero para todos ni una aplicación débil de la ley», por lo que también destacó los más bajos índices en décadas de la criminalidad y cero inflación; las cifras récord en las bolsas de valores y del PIB, de los aranceles que «nos han dado billones de dólares en crecimiento y prosperidad, y la seguridad nacional más fuerte que jamás hayamos tenido. Volvemos a ser respetados, quizás como nunca antes».
Eso de la seguridad nacional y el «respeto» tuvo explicación cuando felicitó y agradeció a las fuerzas militares por su «devoción y servicio a EE. UU.», en especial a las navales desplegadas en el Caribe, con un sugerente agrego: «un lugar interesante donde estar ahora mismo».
Distinguió a la tripulación del portaviones USS Gerald Ford y no podía faltar el toque falaz «inmensamente agradecido por el trabajo que está haciendo para detener el narcotráfico en nuestra región», que oculta el verdadero propósito de apoderarse de Venezuela y sus riquezas y continuar más allá «Ahora vamos por tierra, es más fácil, en realidad»... ¿Será ese el resultado del feroz asedio y el robo de buques petroleros?
La foto oficial de la felicitación navideña de los Trump es significativa, en un entorno casablanquino que adornaron con 51 árboles, más de 200 metros de guirnaldas y 2000 tiras de luces, la pareja cogidas de la mano, vestidos de negro cerrado y con rostro serio que no dan buen presagio.
En fin, hay que reconocerle que ha hecho una felicitación sui generis por Navidad, rompiendo los esquemas debiluchos de desear a todos «paz, prosperidad y amor» y deja entrever sus esperanzas prepotentes e insanas para el 2026.