Beber suficiente agua es clave para que el cuerpo funcione correctamente. Desde regular la temperatura hasta transportar nutrientes, el agua participa en casi todos los procesos vitales. En este sentido, muchos especialistas coinciden en que
beber solo al sentir sed no garantiza una hidratación óptima. Distribuir la ingesta de agua a lo largo del día, incluso durante las comidas, ayuda a que el organismo funcione con mayor eficiencia y
reduce la carga sobre los órganos vitales.
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