La mente de muchas personas no deja de girar. Entre mensajes, obligaciones y recordatorios constantes,
los pensamientos se acumulan y generan ansiedad y rumiación mental. En ese torbellino, surgen decenas de
métodos para calmarse, desde
apps hasta rutinas largas de meditación, aunque la mayoría se abandona por falta de tiempo o resultados visibles.
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