Los tres consejos que debes seguir para pagar menos en la renta del año que viene, según un experto
En 2025, a falta de conocer los datos del último mes, los ingresos de Hacienda entre enero y noviembre ya alcanzan los 300.000 millones de euros, una cifra que supera todo lo recaudado en el anterior curso. Este dato se ha convertido en un potente gancho para entender por qué el impacto de los impuestos, como el que se impone sobre la renta, en los bolsillos de los contribuyentes es cada vez más relevante. En este sentido, el procedimiento por excelencia de esta variable, como es la declaración de la renta, ha experimentado una transformación constante en los últimos años, marcada por un aumento sostenido de la recaudación y un mayor control por parte de la Administración.
En este contexto, los fundamentos de este crecimiento de la recaudación se explican tanto por la evolución del empleo como por el aumento de las bases imponibles y la inflación acumulada. Por ello, cada campaña de la renta refleja con mayor claridad la importancia de anticiparse y conocer las reglas del juego fiscal. No se trata solo de cumplir con una obligación legal, sino de hacerlo de la forma más eficiente posible dentro del marco normativo. En este escenario, la planificación fiscal deja de ser una opción para convertirse en una necesidad.
De esta suerte, entender cómo ha evolucionado la declaración de la renta resulta clave para tomar decisiones financieras con antelación. La Agencia Tributaria cruza cada vez más datos y exige precisión en la información declarada, lo que obliga a los contribuyentes a prepararse económicamente y a revisar ingresos, inversiones y gastos con tiempo suficiente. Un error o un descuido puede traducirse en pagos inesperados o en la pérdida de beneficios fiscales. Es así como el asesoramiento profesional puede ayudarnos a aplicar pequeños "trucos" que nos hagan tener una declaración más favorable.
¿Cuándo se declara la renta en 2026?
La declaración de la renta funciona como un ajuste anual entre lo que se ha pagado de impuestos durante el año y lo que realmente corresponde según los ingresos y la situación personal. Para el próximo ejercicio ya están fijados los plazos oficiales. La presentación por Internet de las declaraciones de Renta y Patrimonio 2025 podrá realizarse desde el 8 de abril hasta el 30 de junio de 2026, que es cuando concluye. La confección por teléfono estará disponible a partir del 6 de mayo hasta la conclusión, con solicitud de cita desde el 29 de abril hasta el 29 de junio. La atención presencial en oficinas se realizará del 1 de junio en adelante hasta finales de mes, con cita previa desde el 29 de mayo hasta el 29 de junio.
Dentro de esta planificación cobra especial importancia el concepto de las deducciones, que permiten reducir la factura fiscal de forma legal. Las deducciones no eliminan impuestos, pero sí ajustan la base sobre la que se calculan, lo que puede suponer un ahorro significativo si se aplican correctamente y con conocimiento previo. Conocerlas y anticiparlas puede marcar la diferencia entre pagar de más o aprovechar al máximo la normativa vigente.
Los tres consejos que debes seguir para el próximo ejercicio
Sobre este punto ha puesto el foco el portal "Inversión médica", conocido en la red social X por su contenido divulgativo sobre finanzas. Según este experto, uno de los consejos más eficaces es aportar a un plan de pensiones, con un límite general de 1.500 euros. Esa aportación reduce la base imponible al diferir el pago del IRPF. En un tramo bajo cercano al 19%, el ahorro puede rondar los 285 euros, mientras que en un tramo alto cercano al 45% el beneficio fiscal puede alcanzar los 675 euros, lo que demuestra que esta estrategia resulta más interesante cuanto mayor es el impuesto que se paga en el presente.
El segundo consejo pasa por compensar pérdidas en inversiones. Si durante el año se han obtenido ganancias, es posible vender activos con pérdidas para compensarlas y reducir la carga fiscal. Además, si no se utilizan todas, la normativa permite arrastrar esas pérdidas hasta en las cuatro declaraciones siguientes, una posibilidad que existe aunque Hacienda no la recuerde de forma expresa. El tercer punto se centra en las donaciones a entidades acogidas a la Ley 49/2002, que permiten una deducción del 75% sobre los primeros 150 euros y del 30% sobre el resto, con porcentajes mayores si se dona de forma continuada. Así, una donación de 150 euros puede tener un coste real de solo 37,50 euros.