Lleno en los días grandes de Semana Santa y arranque «más flojo» debido a que aún hay clases

Es una de las épocas doradas del año, y éste todo apunta a que la Semana Santa brillará con fuerza, a pesar de que parece que el sol no lucirá en demasía, lo que podría llevar a las temidas cancelaciones, y algún nubarrón en forma de huelga se cierne sobre el sector turístico de Castilla y León, en concreto en la provincia de Valladolid. Así lo apuntan las previsiones de ocupación en la hostelería, donde de cara a los días centrales del periodo -entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección- tienen ya casi colgado el cartel de completo y la esperanza de que las reservas de última hora terminen de llenar las plazas disponibles. De cara a los días grandes en una Comunidad con ocho Pasiones declaradas de Interés Turístico Internacional y líder en turismo rural de interior, «estamos en la misma línea» de los últimos años, con gran afluencia de turistas en las jornadas festivas y «prácticamente completo en toda la Comunidad», donde hay provincias que ya están a más del 90 por ciento, destaca Jaime Fernández, presidente de la Confederación Regional de Hostelería de Castilla y León. Y lo que resta disponible confían en que se ocupe, pues sigue habiendo gente que «espera» hasta el final muy pendiente del tiempo. «Si hace sol, se nota», señala Jaime Fernández, quien reconoce que el tiempo tan variable con el que se ha estrenado la primavera supone un «handicap» para terminar de convencer a los rezagados. Aún así, hay atractivos como el turismo enológico y gastronómico, que «han crecido mucho», que no están tan influenciados por la meteorología y que ayudan al afianzamiento del repunte del sector tras los años más flojos dejados por la crisis. Unos añadidos que se suman al rico patrimonio cultural y natural de Castilla y León. Fernández subraya la importancia de la actividad turística en esta época en la Comunidad, que sigue teniendo gran tirón justo en un periodo en el que muchos optan por el «sol y playa». Y cuenta con una gran oferta que supera las 53.000 plazas en más de un millar de hoteles, ofrece unos 4.500 alojamientos rurales y cerca de 6.000 apartamentos, entre otras opciones, que atraen estos días a públicos tanto familiares como religiosos o juveniles procedentes de lugares dispersos por toda la geografía nacional, además del movimiento interno de los castellano y leoneses. Esas buenas previsiones para los días festivos contrastan, en líneas generales, con el resto de la semana, que están «a la baja», lamenta el presidente de la Confederación Regional de Hostelería de Castilla y León. De lunes a miércoles «ha caído bastante respecto a otros años», señala. Están ocupadas en torno al 60 por ciento de las plazas. Una explicación la encuentra en que este año las vacaciones escolares son en los días posteriores y no en la Semana de Pasión. Y justo en ese periodo los viajeros «se mueven mucho por cercanía» en la Comunidad. De ahí que esté «un poquito más flojo». En ello coincide Óscar Somoza, presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería (Azehos), quien asegura que las vacaciones escolares no acopladas a la Semana de Pasión han supuesto un «revés importante» para la ocupación. Y es que los viajeros procedentes de Madrid (donde sí hay descanso en las aulas) suponen un peso «fuerte» en las reservas de esos días, que no se ven completadas por los turistas propios de Castilla y León, lo que motiva esos «números más bajos», ya que faltan las reservas de quienes se mueven por el interior de la Comunidad. En Zamora, la capital está al 60 por ciento de ocupación el lunes y martes y algo menos en la zona más turística de la provincia. Pernoctación pendiente La situación mejora especialmente el miércoles y jueves, donde ya están al 90 por ciento y el viernes también confían llegar al cien por cien, apunta Somoza, quien lamenta que ya el sábado comience la «estampida» de la operación retorno, lo que «perjudica» al sector hostelero, que no logra sumar estancias más largas. «Se está reservando bien, pero muy lentamente», señala, pues «otros años ya estaban cubiertas prácticamente todas las plazas». La cambiante meteorología y el hecho de «estar a final de mes» también ralentiza las decisiones. De hecho, pese a las buenas previsiones, la «asignatura pendiente» continúa siendo que la media de pernoctaciones se extienda más allá de las dos noches. «Es lo triste», reconoce Jaime Fernández, quien lamenta que «no conseguimos dar con el quid» para que los viajeros prolonguen más su permanencia. Es el pesar que también comparte Jesús del Río, de la Asociación Leonesa de Turismo Rural, quien aboga por eliminar el «apellido» que sitúa a «Castilla y León como un destino de paso» para lograr amarrar más tiempo a los viajeros. Por el momento, en su provincia, los alojamientos de turismo rural ya están «rozando el cien por cien» de jueves a domingo y confían en completar con los «rezagados». En los días previos, entre el 50 y 60 por ciento de las plazas ya tienen ocupantes y este fin de semana también la cifra es alta: un 80 por ciento. «Hay reservas incluso de un año para otro», subraya Del Río, quien señala que están «en la línea de otros años», pues, en el turismo rural, Madrid es el «primer mercado» de los clientes y quienes proceden de Castilla y León, el tercero. De ahí que este campo se vea menos afectado por haber aún clases hasta el miércoles. De los cerca de 250 alojamientos rurales en la abulense Sierra de Gredos, se cuentan con los dedos de las manos las que quedan libres para los días centrales de la Semana Santa. Y es que, «quien busca algo concreto, reserva con bastante antelación», apunta Alicia Garcinuño, de la Asociación Turismo Rural Ávila Casas de Gredos. Son quienes optan, en su mayoría, por pasar cuatro días y llegan de los más diversos sitios, que van desde Andalucía a País Vasco o Levante o los más próximos Extremadura y Madrid. En el sector, también con la mirada puesta en el cielo, confían en que las reservas cerradas cuajen y las plazas aún disponibles se terminen de llenar de cara a una de las épocas del año con más demanda, en las que ya perciben las ganas de la gente de salir.