El falso médico de Ferrol esquiva el juicio a cambio de pagar 3,3 millones de euros

Después de casi un mes de negociaciones para evitar un juicio con una petición de cárcel de 338 años, el falso médico de Ferrol no se sentará finalmente en el banquillo de los acusados. Según trascendió ayer, la Fiscalía, las acusaciones particulares y la defensa de José Manuel López Pérez, conocido como Coté, prevén cerrar el próximo día 20 el acuerdo por el que el acusado aceptará seis años de cárcel al reconocer su culpabilidad en los delitos de intrusismo, lesiones, falsificación y estafa. La Audiencia Provincial de La Coruña aplazó la sesión hasta la próxima semana para que dé tiempo a que el acusado realice el ingreso de los 3,3 millones de euros de indemnización a las víctimas, con el que no solo esquivará la vista oral sino también la acusación de homicidio imprudente, la más grave a las que se enfrentaba. A falta de que el dinero esté ingresado para que todas las partes den su consentimiento, el acuerdo implicaría una pena de seis años —ya está cumpliendo cuatro y medio por intrusismo y estafa en Castellón— y la aceptación de «haber causado lesiones de diverso tipo» a los cientos de pacientes que desfilaron por su despacho ferrolano. En concreto, y con esta inesperada conformidad, deberá cumplir seis meses por el delito de intrusismo; tres años y tres meses por estafa «agravada y continuada»; y 21 meses por delito de falsificación con seis meses de multa. Por las lesiones agravadas con imprudencia grave a una mujer se establecen seis meses y multa por otros tres delitos de lesiones simples. El acuerdo que pone fin, sin llegar a juicio, a un periplo judicial de trece años desde la detención de Coté en su clínica también dependió de varios matices, no menores. El primero de ellos, la defensa exigió que se eliminase la parte en la que el fiscal relataba en el escrito de acusación que Coté «a lo largo de los años se dotó de numerosos títulos y certificaciones» y se sustituye por «a lo largo de los años obtuvo numerosos títulos y certificaciones». Y una última cesión al falso doctor por parte de las acusaciones respecto a la parte que relataba los tratamientos que prescribió a las víctimas. «Ninguno de esos tratamientos se encuentra descrito en la ciencia médica como válido para las patologías supuestamente detectadas por el acusado» era la expresión inicial, que se modificó por «todos esos tratamientos eran ineficaces para las patologías detectadas».