Él llegó por vez primera a las Tierras Altas, desde la fría Dinamarca, para pescar con mosca durante unas vacaciones escolares; tres décadas y 113 millones de euros (invertidos) más tarde, es el mayor terrateniente de Escocia con 13 propiedades (castillos, en su mayoría) y casi 90.000 hectáreas. Ella era una cría cuando se mudó a Johannesburgo (Sudáfrica) desde su Inglaterra natal, donde acabó abriendo una boutique y casándose con un baterista de jazz cuando a penas tenía 17 años.
Sir Philip Green y su esposa Tina - ABC
Él empezó a cimentar su carrera empresarial en la pequeña tienda de ropa que sus padres tenían desde 1975 en la ciudad danesa de Brande, hasta levantar un imperio de moda con dos patas: Bestseller, compañía multimarcas de la que es el único titular, y Asos, gigante británico del comercio electrónico de moda del que es su accionista mayoritario. Mientras tanto, ella se casó en segundas nupcias con
Sir Philip Green
(68), un avispado comerciante judío natural de Croydon, y se dedicó a la dolce vita en Mónaco mientras su segundo marido gestionaba los negocios familiares que previamente había puesto a nombre de su señora a través de la sociedad Taveta Investments, con sede en Jersey y propietaria del conglomerado textil y multimarca Arcadia.
Él responde al nombre de
Anders Holch Povlsen
(48 años) y con el tiempo ha amasado una fortuna personal de más de 10.000 millones de euros. Ella es Tina Green (71), más conocida en su país y en la Riviera francesa como «Lady Codicia», cuyo menguante patrimonio se ha quedado en poco más de 1.000 millones cuando, años atrás, llegó a ser la segunda mujer más rica del Reino Unido (después de Isabel II, por supuesto).
Ahora Povlsen ha entrado en los dominios de «Lady Codicia» para merendarse, por unos escasos 374 millones de euros, la joya de la ruinosa Arcadia:
TopShop
. Hoy 2.500 puestos de trabajo corren peligro porque Asos, que solo opera on-line, no ha firmado la compra de ninguna de las 70 tiendas físicas de Top Shop, ni tampoco de Topman, Miss Selfridge y la marca de ropa deportiva HIIT, que también van en el pack. Solo 300 empleados de la oficina central se salvarán de la quema.
El fracaso viene de antes
Este lunes, Anders Holch Povlsen se desayunaba con el papel de villano por obra y gracia de los tabloides, al darle la puntilla a lo que ya era un fracaso empresarial más allá de los estragos del Covid-19: a finales de noviembre de 2020, Arcadia había entrado en concurso de acreedores. Tenía entonces 13.000 empleados y 500 tiendas. Los Green, además, debían desembolsar 55,5 millones de euros de su propio bolsillo para el plan de pensiones de sus trabajadores, dado que la propia Tina prometió más de 100 millones adicionales para tapar un agujero al fondo de la compañía, que ascendía a 396 millones de euros. Parte ya lo había abonado antes de la quiebra y, ahora, «Lady Codicia» recuperará sus 55,5 millones tras el acuerdo con Povlsen.
Anders y Anne Povlsen - ABC
Aunque Povlsen pase por ser el malo de esta película, su historia personal, marcada por su carácter discreto y con un punto austero, tiene tintes épicos. En marzo de 2019, él y su esposa Anne vivieron el espantoso drama de perder a tres de sus cuatro hijos (Anne, Agnes y Alfred, de 15, 12 y 5 años de edad) en una cadena de atentados terroristas en Sri Lanka. Solo sobrevivió Astrid, que entonces tenía 9 años y durante meses tuvo que recibir terapia psicológica para superar el sentimiento de culpa que el asesinato de sus hermanos le dejó.
Los Povlsen disfrutaban de sus vacaciones de Semana Santa en el exclusivo hotel Shangri-La
cuando sucedió la masacre, que dejó más de 300 muertos en varias iglesias y hoteles de la isla. Lejos de vivir su dolor en privado, Anders y Anne hicieron un funeral público para honrar a sus hijos. Casi un año más tarde, obraban el «milagro
», en sus terribles circunstancias, de recuperar la ilusión por la vida tras ser padres de dos gemelas. La familia más rica de Dinamarca reside en Constantinsborg, un antiguo palacio real neoclásico cerca de Aarhus y, poco antes de la tragedia de Sri Lanka, el coche que más se usaba en casa era un viejo Volkswagen Golf, con el que los niños acudían a la escuela pública. Desde hace tiempo, Anders y Anne Povlsen están volcados en proteger la naturaleza escocesa, dañada en los últimos tiempos por la sobreexplotación ganadera y turística.
Muy diferente es el estilo y el tren de vida de Tina Green, madre de tres hijos (los dos mayores, de su primer matrimonio) y abuela. En Mónaco, donde se instaló hace dos décadas, se ganó la confianza de la Princesa Charlene
, quien la nombró tesorera de su fundación. Cada fin de semana, cuando viajar era posible, Sir Phillip Green volaba en su jet privado de Londres a Montecarlo para estar con su mujer, que, entre otras cosas se entretenía con el interiorismo con su firma Green and Mingarelli Design. Seis meses al año se dedicaba a navegar por el Mediterráneo a bordo del Lionheart, un yate de 60 metros de eslora. Pese a que en su día se vertieron contra el empresario presuntas acusaciones de racismo y agresión sexual que no fueron a más a golpe de talonario, los Green son (o eso parece) un matrimonio bien avenido y de vuelta de muchas cosas.