Bruselas renuncia a incluir a la industria nuclear rusa en la nueva tanda de sanciones

La Comisión Europea ha abandonado la idea de incluir sanciones contra el sector nuclear civil de Rusia o sus representantes en su próximo paquete de sanciones, según han confirmado fuentes diplomáticas. El Ejecutivo comunitario se había propuesto incluir este importante sector en el décimo paquete de sanciones que está negociando actualmente, sobre todo después de que lo pidiera personalmente el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en su visita a Bruselas la semana pasada. Este había propuesto al menos que se incluyera a la empresa Rosatom en la lista de sancionados. Pero el bloqueo de Hungría ha hecho fracasar el intento. Según había adelantado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , el nuevo paquete se divide en varias partes que se refieren a sectores específicos, como la aviación civil o el Ejército, y listas que imponen restricciones de visa y congelamiento de activos a más individuos y empresas, pero en ninguna incluye el sector nuclear. Se había pensado en la posibilidad de incluir en la lista de personas sancionadas a los principales dirigentes de Rosatom a título individual, pero tampoco fue aceptado. Hungría se ha opuesto durante mucho tiempo a apuntar contra la industria nuclear rusa, alegando que depende directamente de Rosatom para su principal planta de generación nuclear que suministra el 50% de la energía del país. Otros países que no se habían opuesto formalmente estaban inquietos porque su industria nuclear tiene origen soviético y dependen en gran medida del combustible que les vende Rosatom. Según la presentación que hizo Von der Leyen ante el Parlamento Europeo el miércoles, el objetivo del nuevo paquete es reducir los ingresos del régimen de Vladímir Putin en unos 11.000 millones de euros , lo que se espera que reduzca aún más su capacidad para mantener en marcha su maquinaria de guerra en Ucrania. La presidenta de la Comisión informó que la propuesta que han de aprobar los países incluye, «entre otras cosas, restricciones a la exportación de múltiples componentes electrónicos utilizados en los sistemas armados rusos, como drones, misiles, helicópteros». En total se incluirán controles sobre 47 componentes de la industria electrónica.