El déficit se dispara, con la venia de Bruselas

Las últimas previsiones de la Airef vienen a confirmar la resistencia de la economía española frente a una crisis que, lejos de conducir a la recesión que se anunciaba el año pasado, no va a impedir un crecimiento moderado del PIB a lo largo de este ejercicio. Es el agujero de las cuentas públicas lo que alarma a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal , que eleva hasta el 4,2 por ciento del PIB el déficit del conjunto de las administraciones públicas, rendidas al gasto en un año de elecciones. Con la venia de Bruselas, que no termina de restablecer el marco de estabilidad que suprimió con la pandemia, España gasta más de lo que tiene y de lo que debe. El Ejecutivo se ampara en una respuesta a la crisis que, a diferencia de los ajustes que sofocaron la recesión de 2008, pasa por el reforzamiento de un sector público y de unos servicios cuya nómina aumenta con una intención más electoral que genuinamente social. El déficit pasa factura, aunque sea a plazos, y con interés.