Rueda, ambicioso con la Diputación de Pontevedra el 28M: «La vamos a ganar»
Alfonso Rueda afronta con optimismo las elecciones municipales del próximo 28 de mayo. Es ambicioso. Recientemente aseguró que esperaba llevarse «alegrías» esa noche. Y este domingo, en el acto de presentación de los 61 candidatos del PPdeG en la provincia de Pontevedra, apuntó a una codiciada pieza: la Diputación de Pontevedra. «¡La vamos a ganar!», arengó a los suyos desde Vilaboa. «Depende de nosotros», apeló. La víspera, en Vigo, se refirió al ente que preside Carmela Silva para censurar que se ha convertido, como el concello olívico, en «sustento de políticas personalistas, casi caprichos». Y para asegurar que, en las filas del socialismo gallego, «vemos también esa crispación, les pone muy nerviosos, saben que también el resultado de Vigo va a influir mucho en eso». Rueda concedió a Marta Fernández-Tapias y su equipo margen, porque el «camino» para que resurja el PP en al ciudad será «largo», pero emplazó a «empezar» ya, sin demora. Y alentó a la delegada de la Xunta en la ciudad mostrando su confianza en que el ascenso que espera llegará «más pronto de lo que alguno piensa», en velada alusión al alcalde, Abel Caballero. En la medida en que el PP suba en Vigo, dependerán sus opciones en la Diputación. De las cuatro, es donde los conservadores lo tienen más complicado; de ahí, también, que cobrar esa pieza tenga un valor especial. Antes, toca recuperar concellos como el de Vilaboa, donde dijo detectar «ambiente de victoria» y «un poquito más de oportunidad» que en 2019. El presidente del PPdeG quiso levantar aún más la moral a los suyos por contraposición con sus rivales. «Mirad cómo están». De «Podemos», «Sumar», «Restar» y «las Mareas», dijo que «es un lío tremendo, como fue siempre». Del Bloque censuró su «soberbia», «querer pasar por encima de los demás» y el «nacionalismo como recta para todo». E ironizó con que en el PSdeG hay «peleas no por liderarlo, por no liderarlo». «El que pierda es el que se queda liderando el partido», apostilló; además de comentar que, para este 28M, «seguramente muchos candidatos tuvieron que ir forzados». Y lo que harán todos, ese domingo, será «taparle las vergüenzas a Pedo Sánchez». A los suyos, por último, deberes. «Trabajo», que no acabará el 28M: para que Feijóo sea presidente del Gobierno y «para cuando llegue el momento de las autonómicas» —«con toda humildad, os voy a pedir el apoyo»—. A cambio, prometió «seguir dirigiendo la Xunta con sentidiño» y «cumplir las promesas». [En elaboración]