La Comisión Europea castiga a Kosovo con un paquete de sanciones por la violencia en el norte de la región

La Unión Europea ha hecho su primera llamada de atención grave a Kosovo por su continuo desacato a las peticiones de medidas inmediatas para reducir las tensiones en el norte, que llevan generando una situación de violencia e inestabilidad desde hace meses. Este miércoles, la Comisión Europea anunció un paquete de sanciones contra el Gobierno de Pristina que van desde la suspensión de las invitaciones a eventos de alto nivel, la interrupción de la financiación de la UE para varios proyectos en el marco del Fondo de Inversión para los Balcanes Occidentales hasta el cese de visitas bilaterales de la UE y los estados miembros. Las medidas las anunció Gert Jan Koopman , director de la Dirección General de Vecindad y Negociaciones de Ampliación. «Hay una necesidad urgente de desescalada y un retorno al diálogo facilitado por la Unión Europea sobre la normalización. Esto es esencial para su futuro europeo y para la paz y la estabilidad en la región», dijo Koopman durante su declaración. Noticia Relacionada estandar No Kosovo abre la puerta a nuevas elecciones en cuatro municipios del norte para resolver la crisis Carlota Pérez Bajo la presión de los líderes occidentales, el primer ministro y el presidente de Kosovo dijeron estar dispuestos a nuevos comicios en los cuatro municipios dominados por los serbios del norte Reducir la presencia de la UE La Unión Europea, con este movimiento, tiene previsto reducir el nivel de presencia pública en el país tras el aumento de la violencia. «Son más una llamada de atención que un castigo. A corto plazo no tendrán impacto, porque afectan a la provisión de fondos, al proceso de adhesión y a la celebración de encuentros diplomáticos, y porque el Gobierno de Kurti tiene al electorado de su parte«, comenta a ABC Miguel Roán analista y experto en la zona de los Balcanes y autor de 'Balcanismos'. »Políticamente son sobre todo simbólicas, porque carga la culpa en Kosovo a favor de Serbia «, continúa el analista. Las tensiones entre Kosovo y Serbia estallaron hace unos meses después de que los alcaldes de etnia albanesa de cuatro municipios de mayoría serbia, fueran elegidos, con solo el 4% de los votos, e ingresaran a los edificios municipales. Esto se produjo después de que los representantes serbios dimitieran en masa de las instituciones de estas localidades del norte Kosovo y se negaran a participar en las siguientes elecciones tras los llamamientos al boicot desde Belgrado . La situación se intensificó cuando el Gobierno de Pristina envió unidades especiales de Policía y los manifestantes se volvieron violentos, hiriendo al menos a 30 soldados de la misión de mantenimiento de la paz de la OTAN, la KFOR, agentes del orden, manifestantes y más de 20 ataques a periodistas. Tras varias semanas de calma, el ambiente se volvió a caldear con la detención por parte de la policía serbia de tres agentes kosovares, que ya fueron puestos en libertad. Kosovo tildó esta detención de «secuestro». La amenaza de medidas y sanciones contra Kosovo y el Gobierno de Albin Kurti ya se insinuaron durante la Cumbre de la Comunidad Política de la UE en Moldavia hace unas semanas. Ahí, la Unión Europea exigió a Kosovo la repetición de elecciones en los cuatro municipios del norte de la región donde se produjeron los últimos altercados violentos. Pero no sólo la Unión Europea ha mostrado su contrariedad con las formas de llevar la crisis de la región. La Casa Blanca anunció la semana pasada que mantenía la «emergencia nacional» en los Balcanes Occidentales, motivado en gran medida por la violencia entre Kosovo y Serbia, aunque también por la situación en al República de Macedonia. Además, Estados Unidos también canceló la participación de Kosovo en los ejercicios militares Defender Europe 23, calificándola como la primera medida punitiva contra Kosovo por no cumplir con las demandas de la comunidad internacional. La UE y Estados Unidos han presentado a Kurti tres demandas: calmar la situación en el norte, celebrar nuevas elecciones en los cuatro municipios del norte y volver al diálogo para la normalización de las relaciones entre Kosovo y Serbia, pero de momento, no parece que se hayan cumplido ninguna de estas demandas.