Jugar con la música
La pianista Imma Santacreu y el compositor (pianista también) Héctor Parra se presentaban en Peralada con una propuesta definida como «Concierto-taller» con el título de 'Cos a cos' (Cuerpo a cuerpo). En el programa, la versión para piano solo de varias obras recientes del compositor (las versiones pianísticas de episodios de sus óperas 'Les bienveillantes' y 'Orgia'), al lado de avances de lo que está trabajando para los próximos meses ('Constelaciones', bajo la inspiración de la serie homónima de Miró) y una composición que ya forma parte del repertorio que podríamos llamar clásico de uno de los creadores más internacionales del país, 'Love-life after architecture'. Música contemporánea Parra y Santacreu Música: H. Parra Intérpretes: I. Santacreu y H. Parra, piano. Fecha: 30 de julio Lugar: Festival de Peralada 5 Parra y Santacreu viven en París desde hace 21 años, y a uno le da la sensación de que se encuentran muy cómodos en un país cuyo idioma usa el mismo verbo para jugar y para tocar un instrumento: «jouer». Ellos nos hacen música, sino que juegan con la música. De ahí que a lo largo de toda la sesión el ambiente propio de un taller de creación imperase por encima de un simple concierto al uso: lo que sucedió no era un final, sino una simple jornada de trabajo en un proceso creativo en el que Parra lleva inmerso toda la vida y del que Santacreu es colaboradora necesaria, esté presente explícitamente o no. La sesión comenzó con dos fragmentos del ciclo 'Constelaciones' que en octubre se estrenará íntegramente en L'Auditori de Barcelona. Inspirada en la serie homónima del pintor Joan Miró, se trata de una obra para piano a cuatro manos y un narrador que recita poemas de Arnau Pons. En Peralada no estaba Pons, pero sí que estaba el propio compositor manipulando las cuerdas del piano con una colección de treinta objetos diferentes para crear sonoridades de lo más variado sobre una partitura que ya es, de por sí, un verdadero juego de contrastes, texturas y sonidos armónicos. Desde conchas hasta peines, pinceles y cadenas fueron desfilando por el arpa de acero para sorprender —en algunos casos, molestar, vistos algunos comentarios cazados al vuelo— al público. Al final, el propio Parra desveló cuáles eran algunos de estos cacharros, que durante el concierto no estuvieron al alcance de la mirada de los asistentes. «Este cepillo para el pelo cuesta tres euros, pero suena mejor este otro que solamente cuesta dos; la compra en el súper puede ser muy inspiradora», bromeó el artista. El juego a cuatro manos con el piano —teclas, pedales, cuerdas— fue la tónica de toda la audición. Especialmente interesante la paráfrasis de un fragmento de la ópera 'Les bienveillantes', en el que el lenguaje de Parra dialoga con Bach, evocándolo, citándolo literalmente y reinterpretándolo para transmitir la complejidad de un protagonista que es a la vez una persona cultivada y agente de las temidas SS de Hitler. Un pasaje que nos dejó con todavía más ganas de que algún teatro lírico de España se decida a programar aquí esta producción con escenografía de Calixto Bieito que se estrenó en Flandes en 2019. Otro fragmento de su reciente 'Orgia', sobre la obra de Pasolini, cerró el taller. Entre el público, algún gesto de disconformidad, pero cabe aquí anotar las caras de entusiasmo y curiosidad de varios niños que asistieron al acto. Quizás ellos, con su frescura e inocencia, supieron conectar con este juego mejor que algunos adultos.