'Barbie' y 'Sound of Freedom': pelea 'woke' y 'anti woke' en el cine
El cine este verano en EE.UU. se ha convertido en algo más que un refugio de aire acondicionado, palomitas y un tanque de bebida azucarada y hielo frente al calor asfixiante: comprar una entrada -o no comprarla- para determinadas películas se ha convertido en un acto casi político . Dos de las grandes sensaciones de la temporada, 'Barbie' y 'Sound of Freedom', han dado mucho que hablar no solo por su éxito en taquilla. También porque se han convertido en otra trinchera de la guerra cultural en la primera potencia mundial. 'Barbie' ha arrasado. Se estrenó el pasado 21 de julio y, con 352 millones de dólares recaudados, está a punto de sobrepasar a las dos películas de superhéroes -la última de 'Spider-Man' y la tercera entrega de 'Guardianes de la Galaxia'- como la más taquillera de este verano. Es el mejor inicio en cines del año y el mejor de la historia para una película dirigida por una mujer. Mientras que para buena parte del país no hay nada mejor que entregarse al rosa chicle de 'Barbie', el mensaje feminista de la cinta de Greta Gerwig la ha convertido también en objeto de críticas. La prensa conservadora la ha tachado de 'woke'. Uno de sus comentaristas más populares, Ben Shapiro, quemó muñecas 'Barbie' en un vídeo YouTube y resumió el mensaje de la política: «O eres una feminista que odia de verdad a los hombres o te han lavado el cerebro». «Si te bebes un chupito cada vez que Barbie dice 'patriarcado', te duermes antes de que acabe la película» Elon Musk Elon Musk, que no deja pasar una polémica, también aportó su comentario tras ver el filme: «Si te bebes un chupito cada vez que Barbie dice 'patriarcado', te duermes antes de que acabe la película». Estas reacciones a 'Barbie' forman parte del desencanto de parte de EE.UU. con un Hollywood que acusan de estar dominado por la corrección política, el activismo LGBTQ o la agenda climática. Pero esa parte del país -conservadora, tradicionalista, inclinada al 'trumpismo'- ha encontrado una bandera cinematográfica: 'Sound of Freedom', un 'thriller' independiente sobre la trata de menores que se ha encaramado, contra todo pronóstico, en el tercer lugar de la taquilla la semana pasada. Está basada en la historia real de Tim Ballard, un agente del Departamento de Seguridad Nacional que se dedicaba a investigar redes de tráfico de menor. Se rodó en 2018 con un presupuesto muy modesto -14,5 millones de dólares- y cayó en el olvido de los estudios hasta que la rescató Angel Studios, una productora y distribuidora con gran éxito por la serie 'The Chosen', sobre la vida de Jesús de Nazaret. La película ha sido acusada de tener relación con las teorías conspiradoras QAnon -creen que Donald Trump ha llegado para acabar con una red de pedófilos instalados en la elite política y mediática- y de retratar el tráfico de menores de manera inexacta y sensacionalista. Su protagonista, Jim Caviezel , arrinconado en Hollywood por sus ideas conservadoras, ha mostrado simpatía hacia ciertas teorías de QAnon. Las críticas en medios progresistas solo han contribuido a extender el éxito de la película, que ha recaudado ya casi 150 millones de dólares. Trump, que entiende mejor que nadie a su votante, la ha alabado y ha organizado proyecciones en su mansión de Florida.