Pesic, el hacedor de milagros con el corazón dividido en la final del Mundial
El Mundial aprieta los dientes con fuerza, inminente su desenlace tras las fulgurantes semifinales donde cayeron las dos grandes favoritas, Estados Unidos y Canadá. Fueron Alemania y Serbia las vencedoras, majestuoso su baloncesto, colectivo, físico, rozando la perfección ambos conjuntos. Los teutones son una mezcla imponente de talento individual ( los hermanos Wagner, Schroder ), acierto desde la larga distancia ( Obs t) y músculo a mansalva ( Bonga, Theis, Thiemann ). Un grupo muy bien empaquetado por su técnico, el canadiense Gordon Herbert , casi 30 años de experiencia en los banquillos, que opta a relevar a España como la gran potencia europea de la canasta. Y solo un hombre puede separarlos de su objetivo esta tarde ( 14.40 horas, Gol Mundial, TVE ). El serbio Svetislav Pesic (Novi Sad, 74 años) puede añadir una nueva muesca a su ya de por sí gloriosa carrera como entrenador. Nadie contaba con el combinado balcánico para este Mundial tras su desastroso Eurobasket (con Pesic en el banquillo), donde pusieron toda la carne en el asador, mayúscula su plantilla liderada por Nikola Jokic , y se despidieron en los octavos de final tras caer contra Italia. Malas noticias que aumentaron en los meses previos al Mundial, donde los grandes astros serbios se iban bajando del barco a cuentagotas. Y encima, Pesic, haciendo gala de su fama de sargento de hierro, decidió descartar a Milos Teodosic , uno de los pocos astros que quería acudir al torneo: «Nunca ha sido un jugador de banquillo. Tengo gente mejor en ese puesto», se justificó. Decisiones polémicas que, al final, han llevado a la selección serbia a ser una de las dos más solidas de la competición, en su primera final mundialista desde 2002. En aquel año, en Indianápolis, Estados Unidos , Serbia viajó aún con la bandera yugoslava aunque con los croatas como enemigos y no como compañeros. Estaban Vlade Divac, Predrag Stojakovic, Dejan Bodiroga ... y Pesic en el banquillo. Aquel equipo, que venía de ser campeón de Europa el año anterior, arrasó a Estados Unidos en los cuartos y se impuso a la Argentina de Ginobili, Oberto, Scola y Nocioni en la gran final para proclamarse rey mundial. Hoy, 21 años después, Pesic puede devolverles la corona. No le importan las ausencias al técnico, que ha conseguido que un equipo en el que solo destacan por encima del resto los talentos de Bogdan Bogdanovic y Nikola Milutinov , vuele sobre el parquet. Segundo equipo más anotador (97,7), mejor porcentaje en tiros de campo (56%), segundo en asistencias (25), tercero en recuperaciones (9,1)... Un grupo que ve en el colectivo el arma para alcanzar un fin, mantra que Pesic recuerda a sus jugadores antes de los partidos. «Uno para todos y todos para uno» escribe el entrenador en la pizarra del vestuario serbio antes de que sus pupilos salten al campo de batalla. Noticia Relacionada Baloncesto estandar No España vuelve a la casilla de salida Pablo Lodeiro Fernández La selección, tras una temprana eliminación en el Mundial, tendrá que recuperar el honor en el Preolímpico y en la clasificación para el Eurobasket «No tenemos mucha calidad individual, porque algunos jugadores importantes no podían jugar, pero desde el primer día hemos tenido claro que la apuesta era construir equipo y, si es posible, desde la defensa encontrar nuestra oportunidad en ataque. Estamos muy satisfechos de los resultados conseguidos hasta ahora», declaró desde Manila. «Sigo feliz, esta es mi pasión. No hay otra razón para estar aquí». Ídolo en Alemania La leyenda de Pesic es tan alargada que su rival de hoy, Alemania, también le debe mucho al entrenador. De hecho, los teutones solo tienen un oro en sus vitrinas, el Eurobasket de 1993 . Y cómo no, Pesic, el hombre que siempre estuvo ahí, era quien los dirigía. De hecho, sus vínculos con el país son profundos. Tiene la nacionalidad alemana y su hijo, Marko, también con pasaporte germano, es uno de los máximos dirigentes del Bayern de Múnich, equipo que este año estará conducido por Pablo Laso . Incluso su vástago le llegó a contratar para que entrenase a los bávaro en 2012. «Mis recuerdos del baloncesto alemán son muy positivos. Pasé mis mejores momentos como entrenador allí y soy lo que soy ahora gracias a él. El baloncesto alemán me ayudó mucho en mis malos momentos. Ya sabéis que sigo viviendo en Múnich con mi familia, le debo mucho», explicó a los medios tras el último entrenamiento antes de la final. Pesic, en 2003, como entrenador del Barcelona Juan manuel serrano becerra Hacedor de milagros que también dejó su sello en el baloncesto español. En 2003 le dio al Barcelona su primera Euroliga y en febrero de 2018, en plena crisis institucional, volvió al equipo catalán. Cuatro partidos después, el Barça era campeón de la Copa del Rey tras batir al Madrid en la final. No hay desafío lo suficientemente grande para Pesic, aunque hoy, posiblemente, tenga delante el más importante de sus 43 años de carrera.