Sevilla consigue el récord Guinness del serranito más grande del mundo
La fe mueve montañas. Los serranitos, también. Ni el horario escogido para el evento ―un día laborable por la mañana― ni el calor abrasador ―nada que ver con la meteorología del lluvioso y gris día del Corpus― han mermado la presencia de público en el acontecimiento gastronómico y benéfico de este viernes 29 de septiembre. Nada menos que un récord Guinness. Mesones del Serranito, que se encuentra en plena celebración de sus 40 años de vida, ha elaborado a lo largo de todo el puente de Triana el serranito más grande del mundo. 158,700 metros de pan, carne de cerdo, jamón, pimiento y tomate. Manjar del olimpo culinario sevillano que ha traído hasta este punto a amantes del serranito venidos de todas partes de España. Las cosas del comer son como las del querer: no tienen fin ni principio, no tienen cómo ni por qué. Ni fin ni principio se le veía al serranito elaborado por los trabajadores del restaurante sevillano en la unión de Sevilla y Triana. El objetivo inicial: alcanzar con el mítico bocadillo una longitud de 150 metros y venderlo por porciones para destinar los beneficios a las obras sociales de las hermandades del Arenal . Finalmente se ha superado por 8,7 metros añadiendo a última hora más porciones para abarcar todo el largo del puente de Isabel II. Divino serranito Esto ocurría pasadas las doce del mediodía , hora del Ángelus y momento fijado para conseguir el ansiado récord mundial. Sin embargo, la organización llevaba desde las ocho de la mañana preparando el colosal manjar. A quien madruga, Dios le ayuda. Y así fue, porque, después de que se midiera su longitud y se acreditara la inmensidad del serranito, aplausos mediante, el párroco de La Milagrosa, José Antonio Plata, dijo unas palabras y bendijo la efímera obra como si de la nueva imagen titular de una cofradía se tratase, todo ello ante la atenta mirada de sevillanos y foráneos . Turistas que pasaban por allí y visitantes llegados expresamente para ser testigos del récord y para ser partícipes del mismo degustando posteriormente el bocadillo por excelencia de la sevillanía. Actuaciones y largas colas para comer El evento, que contó con la presencia de padrinos de lujo como la cantaora Laura Gallego o el humorista César Cadaval, de Los Morancos, se trasladó entonces al muelle de la Sal, donde se había instalado una carpa con la barra solidaria y otra para las actuaciones de artistas como la propia Laura Gallego o Somos del Sur que tuvieron lugar a partir de las dos de la tarde. Antes de eso, y bajo un sol de justicia, comenzó a formarse una cola casi tan larga como el propio serranito para sacar tickets. Avanzaba más lenta que las cofradías en la entrada de la carrera oficial. Más de una hora esperando con el estómago rugiendo y el calor apretando. Algunos desistieron en su empeño y se marcharon; otros muchos se quedaron y lucieron sus mejores aunque sudorosas galas en el protocolo habilitado para el evento. Todo sea por el bendito serranito. Poco antes de la una y media comenzaron a repartirse las porciones del gigantesco serranito además de bebidas. En total fueron unas 800 bocatas . Todos los beneficios, como se había anunciado previamente, van para la bolsa de Caridad de las hermandades del vecino barrio del Arenal: el Baratillo, la Carretería, las Aguas, la Pura y Limpia, Sacramental del Sagrario y Jesús Despojado. Un acontecimiento muy hispalense para arrancar el superviernes sevillano.