No termina el colapso en la seguridad social

Pese a que el refuerzo de plantillas en la Seguridad Social ha aminorado algo en los últimos meses los eternos tiempos de espera de los beneficiarios de una pensión o del ingreso mínimo vital, solicitar estas prestaciones sigue siendo un calvario que puede prolongarse durante un año. Las 3.500 contrataciones acordadas por el ministro José Luis Escrivá con los sindicatos, con el fin de evitar una huelga histórica, se han quedado en apenas 1.500 pues el resto de los empleados ha ido a reforzar el SEPE. Y no es que el sanchismo no tenga entusiasmo en crear nuevos funcionarios. Hasta el 40 por ciento del empleo generado en la última legislatura fue público, de tal forma que puede que nos hallemos ante un problema de nefasta, o cuanto menos muy mejorable, distribución de las plantillas. Los servicios públicos deben ser ágiles pues si no pierden toda su utilidad y provocan una desprotección efectiva de los derechos de los ciudadanos.