El Concello de Vigo tramita el desalojo forzoso de dos edificios por presentar riesgo de fallo eléctrico

El Concello vigués ha trasladado este jueves una petición judicial para acceder a los edificios 11 y 13 de la calle Fisterra, realizar su desalojo forzoso y cortar el suministro de luz, después de determinarse su peligrosidad ante el riesgo de fallo eléctrico. Ambos inmuebles llevaban en el punto de mira de la administración municipal desde hace tiempo, informa Ep, por deficiencias en su suministro y otros problemas de habitabilidad, y la sociedad propietaria ya fue requerida varias veces para acometer mejoras y sancionada por inacción. La semana pasada, el Concello había ordenado el referido desalojo y el corte energético tras un informe del arquitecto municipal alertando del «riesgo real de fallo en la instalación eléctrica con resultados impredecibles». Sin embargo, solo una docena de inquilinos aceptaron y la Policía constató que a posteriori seguía habiendo luz y personas en el interior que «no parecían tener intención de abandonar las viviendas voluntariamente«. El arquitecto había advertido del riesgo, si se cortaba la luz y seguía viviendo gente allí, de que empleasen métodos como quemadores o velas que elevasen el peligro de incendio. Ello, junto a los problemas de salubridad detectados, ha llevado al Concello a pedir esa autorización judicial de acceso, pendiente por el momento. Noticias Relacionadas estandar No galicia Tres niños y su madre mueren en un incendio, que pudo ser provocado, en Vigo Patricia Abet estandar No La Xunta y el Concello de Vigo estudian una solución habitacional para los afectados por el incendio Noela Vázquez Reunión Xunta-Concello La delegada territorial de la Xunta en Vigo, Ana Ortiz, ha confirmado tras reunirse el jueves con representantes del Concello la disposición del Gobierno gallego a firmar un convenio de ayuda a las familias afectadas por el incendio de la calle Alfonso X el Sabio el pasado 11 de octubre. Ha destacado que la Consellería de Política Social ya dedica a algunos niños que vivían en el edificio que ardió un programa de refuerzo social y educativo en un centro de día y que, además, algunas de las familias reciben prestaciones básicas como a o pensiones non contributivas, que les permiten tener ingresos para la compra de productos básicos.