El último Quijote es un 'hatamoto'
Se ha presentado en la biblioteca municipal 'Francisco García Pavón' de Tomelloso la novela 'Don Quijote 4.0: El último hatamoto', un relato de Ángel Arribas a caballo entre la realidad y la ficción, que se desarrolla en Japón y también en La Mancha, con dos protagonistas, el nipón Hanzo Watanabe y el tomellosero Alonso Quijorna, desarrollador y 'betatester' (probador) de videojuegos, respectivamente, en una historia de intriga en la que aparecen la Inteligencia Artificial y la tecnología de la web 4.0. Según explica el Ayuntamiento en un comunicado, el autor consigue conectar dos lugares lejanos, aunque más próximos de lo que pudiera parecer si se tienen en cuenta los valores comunes de los 'hatamoto' (guerreros samuráis) y de los caballeros andantes como Don Quijote, defensores ambos de la justicia, la honradez o la honestidad. Arribas encuentra ese nexo entre el 'código bushido' por el que se rigen los samuráis y los valores que se descubren en el Quijote y que «intenta hilvanar» dos culturas aparentemente tan diferentes como la japonesa y la manchega, afirmó el alcalde, Javier Navarro, que intervino en la presentación del libro. La del último 'hatamoto' puede ser una historia de amor o un «relato quijotesco», pero también habla de temas que están de actualidad, como la proliferación de salones de juego, el síndrome de la puerta cerrada o la prostitución. En definitiva, «una historia que pone de manifiesto la importancia y, a la vez, el miedo al uso de la Inteligencia Artificial y la realidad aumentada», añadió el alcalde. Sinopsis El libro arranca cuando los padres de Hanzo Watanabe, un joven japonés de poco más de veinte años que pasa semanas encerrado en su habitación creando videojuegos, un negocio multimillonario en Japón, encuentran a su hijo agonizando después de mes y medio sin comer los alimentos que le suministraban. A partir de ahí se desencadena una historia en la que cobra protagonismo Alonso Quijorna, elegido para probar el videojuego de Hanzo Watanabe y que contacta con los padres del joven, que se debate entre la vida y la muerte. Quijorna y el padre de Hanzo, que se desplaza a Tomelloso, intentarán resolver el misterio de lo que está ocurriendo, descubriendo que «lo que pasa en el juego es lo que ocurre en la vida real».