San Vicente Ferrer, ora pro nobis
Los valencianos tenemos sobradas razones para sentirnos satisfechos de nuestra tierra, usos, costumbres, historia, bilingüismo, gastronomía, paisaje –e incluso paisanaje- tradiciones , fiestas… amplia, notable y variopinta riqueza , que no deje de engendrar envidias en unos vecinos, mientras que a otros les suscita enfermizas ensoñaciones y propósitos putinescos, frente a los que conviene estar alerta y reforzar las barreras de contención, porque nadie vendrá en nuestra ayuda, y menos teniendo por aquí tanto quinta columnista entregado a la causa catalanista , que de eso se trata para advertencia de pánfilos y despistados. Pese algunas carencias, que también las sufrimos, nuestro particular PIB emocional se vería incrementado de modo notable si fuésemos capaces de elevar nuestros niveles de autoestima, poniendo en valor sin complejos nuestras virtudes. Hoy, sin ir más lejos, es la festividad de un santo y paisano, San Vicente Ferrer , nacido en Valencia en el 23 de enero de 1350 y muerto en Vannes (Francia en 1419). ¿Festividad, anota usted? No. No puedo, por más que me gustase poder hacerlo en ese sentido. Porque siendo el día dedicado al patrón del reino de Valencia. Sí, sí, repito lo de patrón, ha dejado de ser día de fiesta de toda la Comunidad. Los vecinos de Valencia capital sí están celebrando hoy el día de San Vicente, pero en Ontinyent –desde donde escribo— es laborable y son muchas, muchísimas más las poblaciones valencianas en las que también se trabaja , que aquellas en que se recuerda a nuestro santo. De este irregular modo, los valencianos hemos convertido a nuestro santo en fijo discontinuo, dándose la paradoja que en su propia tierra seamos tan cicateros y suprimido su festividad en toda la Comunidad, mientras que en una población castellano-manchega como Caudete hoy sea fiesta local y se homenajee y recuerde a San Vicente Ferrer con misa solemne y procesión del santo dominico. Una población, la de Caudete, que se siente valenciana al ciento por ciento. Digo yo que no debería ser tan complicado ni difícil, con un poco de buen talante y ánimo, devolver al día de san Vicente su carácter festivo en toda la Comunidad Valenciana. Observo cariacontecido que en el calendario a la vieja usanza, esto es en papel, que cuelga junto a mi mesa de trabajo, y en el que puedo visualizar a mes completo las citas –sobre todo las médicas-- compromisos y reuniones, y que hago constar está impreso en nuestra Comunidad Valenciana, aparece en este 8 de abril San Amancio como santo del día. Que no digo que no sea notable y poderosa la influencia del dueño de Zara, pero no debería ser tanta como para apartar a nuestro santo patrón del santoral en esta fecha tan señalada. Por todo ello, le dirijo al paisano una súplica como final de este comentario a él dedicado, y pensando en todos los valencianos le rezo: San Vicente Ferrer, ora pro nobis. Amén.