Día de feriantes de pata negra
Las jornadas no pasan en balde por el cuerpo del feriante y cuando se acerca el colofón de los fuegos el real , al menos durante las horas de sol, se convierte en un lugar donde pasear por las calles disfrutando de los detalles y comer en las casetas sin apreturas . Porque la de ayer fue una de esas jornadas para feriantes de pata negra, esos que consiguen mantener el tipo sin faltar ni un día a la fiesta de los farolillos. Las maneras, en consecuencia, se van relajando para hacer más accesible el disfrute. La prueba, menos vestidos de gitana , en el caso de ellas, y menos corbatas, si se habla de ellos. Lo que redunda en mediodías y tardes distendidas, aunque sin renunciar a la elegancia. Como en botica, también se dejan ver contados plusmarquistas de la juerga , con el traje oficial —tanto ellos como ellas— de feriantes, incapaces de renunciar a una semana que parece haberse ido nada más empezar a disfrutar apurando el primer catavinos. Junto a ellos, familias que saben de la distensión que supone para el real los últimos días de la Feria de Abril , momento perfecto para acudir con unos niños que disfrutan de festivos escolares y que, por el menos público, pueden apurar algunos minutos más en su atracción favorita de la Calle del Infierno . El día, además, acompañó, aunque con algo menos de sol, con temperaturas suaves , perfectas para dejarse llevar por las calles y despedir la Feria. En esta tónica de día relajado no solo se pudo apreciar en un menor colorido de trajes de flamenca, sino también en el menor número de jinetes y amazonas, así como de enganches que en los días anteriores, donde no faltaron grupos numerosos en torno a algunas casetas. Sin embargo, algunos no renunciaron al lucido paseo a caballo, como el jinete Fernando de la Puerta . Buen termómetro de la jornada fue la caseta de Pineda , muy concurrida los días anteriores y que ayer lucía más tranquila, aunque no faltaban las reuniones familiares y de amigos. El pulso, sin embargo, lo mantenían los más acérrimos en algunas casetas de las calles Chicuelo y Joselito El Gallo , porque hay quien coge la Feria el sábado del pescaíto y no la deja hasta que se apaga el último cohete. O simplemente, hay quien ha preferido esperar a los últimos días para disfrutar de una Feria más relajada. En la calle Chicuelo, por ejemplo, se dejó ver Carlos Telmo junto a Julia Alzate , mientras que en diversas casetas de la calle Joselito El Gallo se sucedían las comidas familiares, como la que disfrutaron las hermanas Paloma, Elena y Macarena Maldonado . Conforme se fue haciendo de noche, el ambiente fue progresivamente cambiando tomando protagonismo los más jóvenes , muchos de los cuales no han dejado de pisar ni un día el real. La noche, previa al fin de semana, fue subiendo la temperatura de un ambiente al que se sumaron muchos visitantes foráneos, apurando la copa de una Feria a la que ya le quedan pocas horas antes de decir adiós con los fuegos artificiales.