Dos delitos de homicidios y tres leves de lesiones, conducción temeraria con consciente desprecio de la vida de los demás y un delito contra la seguridad vial por conducir sin permiso. Estos son los cargos por los que la Audiencia Provincial de Madrid, según relata una sentencia a la que ha tenido acceso Ep, ha condenado a catorce años y medio de cárcel al autor del doble atropello mortal a dos ancianos ocurrido el pasado 27 de abril de 2023 en el Paseo de Extremadura. Durante el juicio, el procesado pidió perdón a las familias de los fallecidos admitiendo que iba a gran velocidad y que huyó del lugar a pesar de haber matado a dos ancianos tras saltarse dos semáforos en rojo. Los guardias civiles de Tráfico que siguieron al acusado ratificaron que éste puso en grave riesgo la vida de peatones, conductores y el propio bebé que llevaba en brazos la pareja del encausado, que viajaba en el vehículos sin los sistemas obligatorios de retención infantil. Según el relato de los hechos, fue este hecho el que llamó la atención a los efectivos de la Guardia Civil, que dieron el alto, mediante señales luminosas y acústicas, al Mercedes que conducía, en ese momento por el punto kilométrico 7 sentido creciente de la carretera M-406, en Leganés. El acusado, español con 31 años entonces , emprendió entonces una huida a gran velocidad poniendo «en grave peligro la vida e integridad física de los ocupantes del vehículo, así como del resto de conductores, comenzando a circular de manera agresiva y peligrosa», relata la sentencia. Saltándose un semáforo en rojo en el cruce de la M-406 con la M-409, se incorporó a la M-50, desde la cual accedió a la A5, invadiendo pasos de cebra y arcenes para adelantar por la derecha al resto de conductores. Los conductores «tenían que frenar fuertemente para evitar que el acusado impactara contra ellos, poniendo con ello en riesgo la vida de todos los que circulaban por la vía ya que los sorteaba realizando maniobras temerarias y anómalas en zig-zag llegando a alcanzar velocidades aproximadas de 180 kilómetros por hora», continúa el relato de los hechos. A la altura del kilómetro 3 de la A-5, el acusado tomó el desvío hacia el Paseo de Extremadura accediendo al casco urbano de Madrid a una velocidad aproximada de 90 kilómetros por hora, pese a que en esa zona no se puede circular a más de cincuenta kilómetros por hora. Ajenos a esta agresiva huida, en ese momento varios peatones cruzaban por un semáforo que en aquel momento se encontraba en rojo para los vehículos, arrollándoles «a una velocidad aproximada de 81 kilómetros por hora». Uno de ellos falleció en el acto. El kamikaze continuó su marcha unos 660 metros más a 76 kilómetros por hora , saltándose de nuevo otro semáforo en rojo, en este caso el que se encontraba a la altura del número 63 del Paseo de Extremadura. Así, «asumiendo nuevamente el riesgo que para las personas que cruzaban por el paso de peatones suponía su conducción, irrumpió acelerando y a gran velocidad en el mismo y, arrolló sin realizar ningún tipo de maniobra de frenada, a A. A. M., que se encontraba cruzando correctamente por el paso de peatones, acompañado de su mujer, que evitó ser atropellada al caminar unos metros más adelante que su marido, quien falleció en el acto». Pese a ello, el procesado, que ya había sido detenido en varias ocasiones por otros asaltos, tal y como publicó ABC, continuó huyendo hasta que «impactó contra el Opel Astra en la calle Saavedra Fajardo número 16, lo que motivó que el acusado tuviera que bajarse del vehículo saliendo a la carrera para evitar su detención». No obstante, siete horas más tarde, tras la presión policial y mediática, se entregó en la comisaría de Latina.