Más de 800 hectáreas de monte convierten el incendio forestal que asuela el municipio orensano de Chandrexa de Queixa desde el viernes en el peor de lo que va de verano en Galicia. Activo en la parroquia de Requeixo desde las 15.51 horas de esa jornada, el último parte de la consellería de Medio Rural advierte de que el fuego seguía avanzando sin control, aunque, en principio, sin ningún riesgo para viviendas próximas , ya que se trata de una zona de sierra. Para las labores de extinción se movilizaron ocho técnicos, 22 agentes, 32 brigadas, 18 motobombas, siete palas, dos unidades técnicas de apoyo, nueve helicópteros y ocho aviones. Las Brigadas de Refuerzos de Incendios Forestales (BRIF) y efectivos de tierra y aire del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) colaboraban, además, en los trabajos de control de las llamas. Ubicado en pleno Macizo Central, la virulencia de este fuego la sufrieron especialmente los brigadistas destinados al lugar . Uno de ellos, según informaron fuentes del Gobierno gallego, tuvo que ser evacuado en helicóptero de la BRIF hasta su base en Laza, y de ahí trasladado a un centro de salud debido a un golpe de calor. El hombre, aclararon ayer, se encuentra en buen estado y en recuperación domiciliaria. Sobre las causas del fuego de Chandrexa, que ya están siendo investigadas, el alcalde de la localidad no dudó al anotar que el lugar en el que se había originado hace pensar en que fue intencionado . La misma semana en la que dos presuntos incendiarios fueron detenidos -uno de ellos acusado de una veintena de fuegos y el otro cazado mechero en mano a punto de prender de nuevo fuego al monte-, los medios aéreos y terrestres se vuelcan en aplacar una ola de fuegos que está generando una media de cincuenta conatos al día en Galicia. Atendiendo al último parte de la Xunta, son dos los fuegos activos en la Comunidad. Al margen de Chandrexa, preocupa el foco de Maceda (Orense), parroquia de Castro de Escuadro, que se inició en entre cinco y seis puntos casi simultáneos -lo que apunta a una clara intencionalidad- y en el que fue necesario decretar la Situación 2 esta madrugada por su proximidad al núcleo de Teixeira. Estabilizado estaba ya el de Fonsagrada-Monteseiro, que se declaró el pasado martes y que calcinó 120 hectáreas de terreno. En la misma situación está el fuego de Padrenda, provincia de Orense, que afectó a unas 40 hectáreas. En el capítulo de controlados están los de Ponteceso Corme Aldea y Ponteceso Brantuas. El primero de los focos, que obligó a activar la alerta nivel 2 por la proximidad de las llamas a las viviendas, suma un saldo provisional de 20 hectareas afectadas. En el caso del segundo, el cálculo se dispara hasta las 200 hectáreas. Hasta este momento, el incendio forestal más grande del año en la Comunidad había sido el de Vilardevós, que arrasó 578,7 hectáreas desde que se declaró el pasado fin de semana, 1 de agosto, hasta su extinción este viernes a las 12.24 horas. Sin embargo, la rápida evolución del fuego de Chandrexa, que duplicó el número de hectáreas afectadas durante la noche, lo convierte ya en el más dañino del verano a espera de nuevas actualizaciones.