Almaraz vive su particular cuenta atrás. Queda, cada vez, menos tiempo y, por ende, menos margen de maniobra para salvar una industria que sostiene más de 4.000 empleos en Extremadura. Sin acercamientos entre las empresas propietarias y el Gobierno, es, ahora, la Junta de Extremadura la que da un paso al frente, asegurando que «adecuará» la fiscalidad sobre la central nuclear «si de ello depende su mantenimiento». Hace unos meses, el presidente valenciano Carlos Mazón abrió la veda eliminando las tasas autonómicas sobre la energía nuclear. Extremadura no estaba en ese camino, pero sí se abre a disminuir la presión fiscal sobre Almaraz, siempre bajo los principios de «igualdad y justicia» con los que se está actuando en materia de impuestos, como recalcaba la consejera de Hacienda de la Junta, Elena Manzano. El ejecutivo autonómico ha realizado este anuncio en el último pleno de la Asamblea de Extremadura, en el que Vox acusaba a la presidenta María Guardiola de «no hacer nada» por salvaguardar el futuro de la CNA. Manzano respondía a esa acusación: «No se preocupe, que nuestro gobierno actuará y adecuará esa fiscalidad si de ello depende el mantenimiento de la central nuclear». Recalcaba la consejera que la Junta «pelea cada día para que Almaraz no se cierre». La Junta de Extremadura viene defendiendo que el cierre de Almaraz es «sectario e ideológico» y nunca se produciría si la central se ubicase en Cataluña. Para la consejera portavoz se trata de un «ataque directo» a la región y a los propios planteamientos de Europa. Se estima que, en el presente curso, la CNA aportará más de 80 millones de euros en impuestos autonómicos. Es cerca del 90% de lo que Extremadura genera en tributos propios. La plataforma Sí a Almaraz Sí al Futuro recibe de buen grado el anuncio de la Junta: «Aplaudimos cualquier gesto». Su portavoz, Fernando Sánchez, lamenta que el calendario «no se ha modificado», pero cree que todavía se está «a tiempo» de evitar el cierre«: »Las empresas han solicitado una reunión al ministerio y creemos que la pelota está en el tejado de Aagesen«, dice. Sánchez pide a todas las partes que «cedan» y recalca que ellos, los afectados, seguirán «luchando»: «Vamos a empujar, es el momento de que nos quiten esta losa de incertidumbre, no hay derecho a que nuestras familias estén en esta situación de desasosiego».