El pasado 2 de octubre, la Generalitat de Cataluña dio apoyo a la propuesta de la Asociación Palestina de Fútbol de organizar un partido entre las selecciones catalana y palestina. El Ayuntamiento de Barcelona defiende en su página web que se trata de «un gesto de memoria, resistencia y esperanza compartida». Rápidamente se anunció fecha y lugar para el acontecimiento: el 18 de noviembre en Montjuic , aprovechando el parón de selecciones y que el cuadro del país semita también disputará un encuentro tres días antes contra Euskadi en San Mamés . Sin embargo, ahora, pasadas unas semanas, crece la incertidumbre en torno al partido. A quince días de la fecha prevista, aún no está abierta la venta de entradas y tampoco hay estadio confirmado, y las organizaciones propalestinas, encabezadas por 'Act x Palestine', presionan a las instituciones para que se pronuncien al respecto. A diferencia del partido en San Mamés, para el que se vendieron 35.000 entradas en un solo día, la organización del evento en Cataluña parece parada: «Aquí, el partido no ha recibido ni el cuidado ni la atención que se merece», expresan las entidades que apoyan el partido. Es más, acusan a las instituciones de «desidia, falta de voluntad y compromiso» y de querer « boicotearlo «. El evento está anunciado en la web del Ayuntamiento de Barcelona y 'Act x Palestina' exige la publicación de la venta de entradas. Su intención es demostrar que el evento tiene un apoyo multitudinario y que son capaces de llenar Montjuic (55.000 localidades), pues ahora su gran temor es que finalmente la Generalitat, el consistorio y la Federación Catalana decidan llevar el partido a un estadio más pequeño y fuera de Barcelona . «Tenemos los equipos, las aficiones, el pueblo, la historia y, sobre todo, el deber», añaden. El primer grupo municipal en pronunciarse tras el comunicado de estas organizaciones propalestinas ha sido ERC . Su portavoz adjunto en el Ayuntamiento de Barcelona y uno de los participantes de la flotilla, Jordi Coronas, ha exigido por escrito al alcalde, Jaume Collboni, que garantice que la sede del encuentro será el Estadio Olímpico de Montjuic . «No es comprensible que una ciudad como Barcelona, que siempre ha defendido los valores del a convivencia i la solidaridad internacional, ponga trabas a un partido que es un gesto de apoyo al pueblo palestino», apuntó el regidor republicano. El consistorio barcelonés ha hecho del conflicto en Gaza una de sus grandes defensas. El alcalde Collboni terminó siendo vetado por Israel para entrar en su país tras romper las relaciones diplomáticas en mayo y el hermanamiento con Tel Aviv. Además, su Gobierno municipal creó un -simbólico- undécimo distrito en la ciudad para Gaza al que dedicó 1,5 millones de euros del presupuesto municipal. El primer anuncio de confirmación del partido ocurrió en pleno auge de la discusión política y social por la guerra en Oriente Próximo. Hacía apenas 15 días se habían sucedido los altercados en la última etapa de la Vuelta en Madrid y Radio Televisión Española (RTVE) había anunciado que España no irá Eurovisión si Israel no es expulsado del festival. Ahora, tres semanas después del anuncio de alto el fuego por parte de Donald Trump, el Ayuntamiento guarda silencio sobre la organización del partido.
