Décadas de sueños para el Preventorio de Aigües

Tantas leyendas paranormales como promesas incumplidas. En 1974 el Preventorio de Aigües era desde hacía una década un enclave desaliñado, un señorial edificio de largos pasillos y robustas escaleras, un hospital abandonado sin más pacientes que el silencio y la oscuridad. Todavía con la grandeza que un día tuvo y con indicios del misterio que desde entonces rezumó. Una finca privada que comenzaba a erigirse en monasterio de peregrinación para los amigos de lo oculto. Hace hoy 50 años se anunciaba un nuevo uso, no era la primera solución fracasada ni por supuesto la última. Al Preventorio, hasta hoy, se le han desplomado tantos proyectos sin siquiera comenzar como popularidad tiene.