Coronavirus demuestra la necesidad de un sistema de información global
China no dio a conocer datos genéticos clave sobre el coronavirus hasta aproximadamente dos semanas después de que se supiera que una nueva enfermedad similar al SARS podría estar enfermando a las personas, lo que destaca la necesidad de sistema s de detección de brotes que incorporen herramientas científicas modernas.
No se prestó suficiente atención a la información que los médicos habían reunido sobre la secuencia genética del nuevo coronavirus, dijeron científicos en un artículo publicado en la revista médica Lancet.
Los autores, que incluyen dos miembros del comité de emergencia de la Organización Mundial de la Salud, dijeron que esto no fue el resultado de un encubrimiento o un retraso deliberado, sino la ausencia de mecanismos para informar a los sistemas de alerta de brotes.
Los datos se generaron mediante una técnica de análisis genómico conocida como secuenciación de próxima generación. Una vez que la secuencia del llamado virus COVID-19 se compartió públicamente a través de la Organización Mundial de la Salud, los científicos de todo el mundo la utilizaron para diagnosticar casos.
“Para ser justos con las autoridades, creo que todos los países habrían respondido como lo hicieron los chinos”, asegura Lin Fa Wang, uno de los cuatro autores del artículo de Lancet. “Esto no es un encubrimiento o un retraso, se trata de políticas y reglas para informar. Espero que la gente se enfoque en las lecciones aprendidas”.
Mecanismo de información
En China y otros países no existen sistemas para informar adecuadamente los datos de secuenciación de próxima generación, información que a veces puede ser engañosa, dijo Wang en un correo electrónico el miércoles. El establecimiento de un sistema de información que utilice herramientas analíticas modernas podría ayudar a las autoridades nacionales y mundiales a responder más rápidamente a los brotes.
Las autoridades en China descartaron el 5 de enero el SARS y un coronavirus relacionado conocido como MERS, así como algunos otros virus, y confirmaron que un nuevo coronavirus era la causa potencial del brote de neumonía el 9 de enero, cuentan los autores.
“Sin embargo, la secuencia del genoma, crucial para el rápido desarrollo de los diagnósticos necesarios en una respuesta al brote, no se publicó hasta el 12 de enero, 17 días después de que se obtuvieron los datos preliminares de la secuenciación”, señalan los autores.
Los científicos cuestionaron si la respuesta a los virus emergentes que emanan de los animales podría acelerarse si se da mayor valor a la información recopilada por los médicos, así como a los datos de la secuencia génica sobre nuevos patógenos. Las autoridades en China esperaron hasta que la existencia del nuevo coronavirus hubiera sido confirmada por métodos tradicionales, que implican aislar al culpable viral. Esto puede haber llevado a una respuesta tardía al brote.
Doctores ‘detectives’
“Fueron los médicos los que ayudaron a la detección temprana y la advertencia sobre el COVID-19 en China”, según los autores.
Al investigar los casos de neumonía grave causados por el patógeno desconocido, los médicos de dos hospitales de Wuhan enviaron de forma independiente muestras de pacientes para el análisis de secuenciación genética por parte de firmas comerciales, según el documento.
“Las campanas de alarma sonaron, no solo a través de los diferentes niveles del sistema de informes oficial del Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades, sino también a través de las redes sociales que se remontan a ocho médicos acusados erróneamente de difundir ‘noticias falsas’”, dijeron los autores. “Más tarde, estos médicos fueron exonerados de cualquier irregularidad y las autoridades gubernamentales los elogiaron por su valiente acción en las alertas”.
Trabajo rápido
La velocidad con la que las autoridades en China anunciaron un misterioso brote de neumonía en Wuhan vinculado al principal mercado de mariscos de la ciudad “fue rápida para la mayoría de los estándares”, dijo John S. Mackenzie, coautor, en un correo electrónico. “Dudo que muchas otras autoridades de salud pública hubieran sido más rápidas”.
Es poco probable que alguna autoridad de salud anuncie la causa de un brote recientemente descrito basada en un par de secuencias genéticas, dijo Mackenzie. A principios de enero, varias secuencias corroboraron el hallazgo de COVID-19, dijo.
El equipo chino de 6 miembros que investigaba el brote inicialmente incluía solo una persona capacitada en salud animal. Según los autores, más especialistas veterinarios podrían haber mejorado la capacidad para identificar una fuente animal del virus COVID-19.
“Hay lecciones que la comunidad mundial de la salud puede y debe aprender y actuar para que podamos responder mejor al próximo evento emergente de virus zoonótico, que es casi seguro que vuelva a suceder”, dijeron los autores.