Hiram Peón: Preservar las instituciones que hacen que este país sea viable
La semana pasada hablamos de la conciencia de los candidatos. Dijimos que ellos representan la honestidad, la certidumbre, el apego a las comunidades, la certeza de las necesidades comunitarias y la “magia” del poder volcado en beneficio de la ciudad.
Lo que trate de decir es que la esperanza está en la conciencia de los personajes políticos que aspiran a alguna posición de elección democrática.
Recibí algunos mensajes y algunos me señalaron que era demasiado optimista al apostar por la conciencia de los políticos, y sobre todo de estos políticos, que no son profesionales y tampoco son improvisados. Están en un momento intermedio de sus carreras.
Cuando digo que no son profesionales me refiero a que no tienen la estatura política de Porfirio Muñoz Ledo, o de Manlio Fabio Beltrones. Tampoco son un tanto improvisados como por ejemplo el ex Secretario de Hacienda Carlos Urzúa o como Olga Sánchez Cordero cuya carrera está más apegada al Poder Judicial.
Podríamos decir que el más “correteado” es Ildefonso Guajardo que fue Secretario de Economía con Peña Nieto.
Pero bueno, como dicen en mi rancho. “Con los bueyes que tengas, tienes que arar”.
Esto es lo que hay y no se ve en el horizonte alguna alternativa con aporte valioso.
Decíamos que requerimos gente honesta, pero con una metáfora me hicieron mirar de nuevo.
Venia una persona caminando por un pasillo llevaba en la mano una taza de café. De pronto se tropieza con otra persona y se le cae la taza. ¿Qué se tira, que se cae de la taza? .
No se tira jugo de naranja, ni limonada, ni refresco. Se tira café.
Solo se puede tirar lo que contiene la taza.
Así pasa con los políticos, no se puede esperar de ellos más que lo que contienen. Su esencia.
Si su esencia es la honradez pues eso nos mostrara una y otra vez. Si en su esencia está ser marrulleros tramposos pues eso veremos una y otra vez.
Con esto en mente es que debemos preguntarnos. Por ejemplo las veces que Fernando Elizondo estuvo en el poder solo nos mostró inteligencia, honradez, principios y congruencia. Es un hombre honrado y un candidato no muy atractivo.
Pero eso es lo que debemos ver. Que nos han mostrado los candidatos en su vida política.
La esencia de algunos de ellos deja mucho que desear. Una persona con la arrogancia machista de Samuel García, solo por mencionar un ejemplo, no me inspira confianza.
Sin embargo la verdadera intención a la que debemos aspirar es recuperar las instituciones y las políticas públicas que hacen viables la democracia de nuestro país.
Ante un gobierno en plena demolición la única defensa es preservar las instituciones.
Preservar la democracia y la libertad es la prioridad en cada una de las elecciones subsecuentes en nuestro país.
Los candidatos que se comprometan a restituir las instituciones deberán de recibir el apoyo y los votos.
Me subí a la tribuna del deber ser. No a todo mundo le gusta escuchar a alguien que señale lo que se debe de hacer. Pero también se tiene que saber y señalar lo que se está arriesgando.
Mantengamos viva la esperanza. ¡Hasta la próxima !
El autor es experto en comunicación corporativa y situaciones de crisis. Cuenta con un MBA del ITESM .
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