No detengan este proyecto de AMLO
Alguien puede tirar el plan de este presidente. Por ejemplo, la persona que ocupe la Presidencia cuando termine el próximo año.
Ya viene. El plan nació el siglo pasado con una idea simple: los mexicanos pueden competir con el Canal de Panamá usando como “pasillo”, la parte más delgadita del territorio, útil para conectar océanos.
Nadie lo llevó a cabo, hasta este sexenio. La realización del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es mérito de Andrés Manuel López Obrador y bien harían todos en empujar para que sea un éxito.
Pero alguien puede tirar el plan de este presidente. Por ejemplo, la persona que ocupe la Presidencia cuando termine el próximo año. Con eso, todos los millones gastados del dinero de ustedes puede ser desperdiciado. Sabemos que eso puede ocurrir, porque ya ocurrió.
“(Los inversionistas) tendrán un estímulo fiscal consistente en la deducción inmediata de la inversión de bienes nuevos de activo fijo, en lugar de aplicar las tasas previstas en los artículos 34 y 35 de la Ley del Impuesto sobre la Renta”, rezaba uno de los beneficios fiscales ofrecidos el sexenio pasado a quienes pusieran dinero en las Zonas Económicas Especiales (ZEE) ubicadas, entre otros lugares, en el Istmo de Tehuantepec. ¿Su intención? Atraer capital para generar empleos y desarrollo.
Malos para comunicar, los miembros del polémico equipo de Luis Videgaray, entonces Secretario de Hacienda, convocaban inversionistas con malabares como éste:
“Se propone establecer un crédito fiscal equivalente al 30 por ciento... aplicable contra el Impuesto Sobre la Renta causado en el ejercicio en que se determine dicho crédito. Cuando dicho crédito fiscal sea mayor al impuesto sobre la renta que tengan los contribuyentes a su cargo en el ejercicio fiscal en el que se aplique el estímulo, podrán acreditarlo contra el impuesto sobre la renta que tengan a su cargo en los diez ejercicios fiscales siguientes”. Para cuando ese sistema estuvo listo, casi nadie entendió y apenas atraía la atención de postores.
En 2019 el presidente López Obrador abrogó los decretos de las ZEE, que fueron al panteón en el que conviven con obras grandes pagadas por los siempre generosos mexicanos.
Consecuentemente, Coatzacoalcos y el resto del Istmo siguió igual de pobre. Pero ahora parece venir la suya, finalmente.
¿Qué es el Corredor Interoceánico?
Es 300 kilómetros de vías de tren recién construidas que conectarán al Océano Pacífico con el Atlántico y su conexión con el Tren Maya y con Guatemala. Es también, la modernización de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, la instalación de fibra óptica, antenas y gasoductos.
¿Para qué? Para generar “polos de desarrollo” de 11 “vocaciones productivas”: Eléctrica y electrónica; semiconductores; automotriz ; dispositivos médicos; farmacéutica; agroindustria; equipo de generación y distribución de energía eléctrica; maquinaria y equipo; tecnologías de la Información y comunicación; metales y petroquímica.
Es el mejor proyecto de AMLO y quizás es del que menos habla.
¿Se equivocó AMLO al cancelar las ZEE?
Cometió errores que jamás reconocerá, pero su acierto radica en conducir inversiones y poner reglas comprensibles que pueden ser atractivas.
Cuando las canceló no existía una sola inversión privada comprometida, lo que evidenció que algo estaba mal. Su intención aparente fue corregir.
Ahora promueve algo que es fácil de entender: La exención al 100 por ciento del ISR durante los primeros tres años, con posibilidad de extenderse por tres años más, en función de variables como número de puestos de trabajo creados. Con la prepa terminada, cualquiera entiende eso. Este tema da para más y regresaré a él.