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smi24.net
El Financiero
Май
2023

Entrampados

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Entrampados

Parece que fatalmente va a cerrar el gobierno por un tiempo y el presidente Biden tendrá que hacer más concesiones.

En la historia de los Estados-nación, nunca hubo uno tan endeudado como lo está hoy la Unión Americana. Los intereses que paga cada año son superiores al PIB de muchos países, incluido el nuestro.

Esto es así porque su gasto militar (el mayor del planeta) no ha dejado de crecer desde la Segunda Guerra Mundial; porque tiene una pesada burocracia y excesivos subsidios a las empresas y a la población. En contrapartida, los americanos no quieren pagar más impuestos. Castigan a los candidatos que lo proponen y, contradictoriamente, también a los que no incrementan sus derechos y servicios.

El gobierno lleva décadas funcionando con déficit y el Congreso eleva periódicamente el techo de endeudamiento para cubrirlo. El actual es de 31.4 billones de dólares (31.4 y 11 ceros).

Desde enero el gobierno se quedó sin dinero y ha tenido que reasignar fondos para hacer frente a los gastos presupuestados. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha avisado que el próximo lunes se tendrán que suspender los pagos de nómina y proveedores. En realidad, aún dispondrá de un colchón para unas seis semanas.

El llamado “cierre del gobierno” ha sucedido antes. En 2013 duró 16 días y provocó que se rebajara la calificación de los bonos del Tesoro y se cayera la bolsa.

Esta vez el riesgo es mayor. La economía mundial está debilitada por la recesión y la inflación. Los bonos que emite el Tesoro están colocados en empresas, gobiernos y bancos centrales de todo el mundo, de tal forma que cualquier zozobra económica en nuestro vecino del norte tiene repercusiones globales.

Juego político

El problema ahora es la polarización. Está prevista una recesión para fin de año, coincidente con el inicio de la campaña presidencial. En otra época los partidos tratarían de encontrar coincidencias para evitarla. En esta ocasión es casi imposible que cooperen porque unos quieren asegurar la reelección del presidente y los otros, arruinarla, frenando sus programas estrella.

Ambas cámaras están partidas por la mitad y los dos partidos tienen corrientes de moderados y radicales irreconciliables.

Se anunció que el líder de la mayoría de la Cámara baja y el presidente Biden han llegado a un acuerdo. Aceptan en principio subir el techo de deuda hasta 35 billones de dólares.

Sin embargo, la posición de Kevin McCarthy es muy débil. Los republicanos lo eligieron hasta la decimoquinta votación y en los cuatro meses que lleva en el cargo no ha podido afianzarse. Trabaja con el equipo que le impusieron y el segundo al mando de la fracción (Steve Scalise) poco le ayuda porque quiere su chamba.

El Freedom Caucus, que es mayoría y simpatiza con Donald Trump, acusa a McCarthy de haberse rendido y no acepta subir tanto el tope de endeudamiento. Quiere que el gobierno recorte casi todo el apoyo a energías limpias y renuncie a contratar a miles de inspectores de impuestos. Presiona a los moderados de su partido, a los que llama Rinos (republicans in name only).

Dicen que el gobierno se burla de ellos porque en lo que la administración acepta recortar se incluyen los fondos no utilizados para combatir el covid y los dedicados a financiar el programa de cancelación de deudas estudiantiles, que la Suprema Corte va a declarar inconstitucional.

Por el otro lado, el Progressive Caucus no agrupa a la mayor parte de los demócratas, pero tiene votos clave en ciertas comisiones. Ellos quieren subir los impuestos a los más ricos y no aceptan que se condicione la ayuda alimentaria a que los beneficiarios busquen activamente un empleo.

Los demócratas moderados, por su parte, consideran que aumentar el déficit es un crimen contra las siguientes generaciones y creen que no hay un buen control del gasto. Critican a su secretario de Transporte porque se ha dilapidado el fondo de infraestructura.

Lo previsible es que el acuerdo no pase fácilmente en el Comité de Reglas y difícilmente en el pleno. Aun si lograra avanzar, faltaría que el Senado lo autorice sin cambios.

Parece que fatalmente va a cerrar el gobierno por un tiempo y el presidente Biden tendrá que hacer más concesiones. Los duros de su partido le sugieren emitir moneda, pero eso no es opción con el actual nivel de inflación. Tampoco sería aconsejable que apelara a la Decimocuarta Enmienda (“La validez de la deuda pública de Estados Unidos… no será cuestionada”) porque precipitaría una crisis constitucional.











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