Ley ómnibus de Milei, ‘a un paso’ de ser real: Avanza en Congreso reforma para privatizar empresas
El proyecto propuesto por Milei recibió el apoyo de 55 legisladores, aunque 34 expresaron desacuerdo parcial, según los diarios locales La Nación y Clarín.
Las medidas del presidente Javier Milei para apuntalar las cuentas públicas y reducir la presencia del Estado en la economía superaron con éxito su primera prueba en el Congreso.
El proyecto de ley ómnibus fue aprobado por miembros de las comisiones de Presupuesto, Legislación General y Asuntos Constitucionales en las primeras horas del miércoles, después de debates que habían comenzado a última hora del día anterior.
El proyecto recibió el apoyo de 55 legisladores, aunque 34 expresaron desacuerdo parcial, según los diarios locales La Nación y Clarín.
El partido de Milei, que había pasado el día negociando con gobernadores y representantes de la Cámara, ahora quiere llevar el proyecto de ley a votación en el pleno de la Cámara Baja el jueves, un día después de la huelga nacional organizada por los movimientos sindicales en protesta por las medidas de austeridad del Gobierno.
Milei tiene apoyo del partido proempresarial PRO
El naciente partido libertario del presidente tiene alrededor del 15 por ciento de los escaños en la Cámara de Diputados y el 10 por ciento en el Senado, mientras que el peronismo y los partidos de izquierda tienen poco menos de la mitad de los votos en cada Cámara.
Milei cuenta con el apoyo del partido proempresarial PRO y de miembros más moderados de otros dos grupos políticos (Unión Cívica Radical y Hacemos por Nuestro País) para impulsar sus reformas.
El movimiento sindical argentino está organizando una huelga general que pondrá a prueba el apoyo popular al plan de austeridad del presidente Javier Milei, a menos de dos meses de su presidencia.
La protesta del miércoles organizada por la CGT, uno de los grupos sindicales más antiguos y poderosos de la nación sudamericana, ayudará a fijar el tenor del debate mientras el economista libertario intenta reducir el tamaño del estado en un intento por controlar la inflación de tres dígitos.