Twitter, el nuevo canal de comunicación de los políticos en Uruguay

Durante el anterior gobierno de los Estados Unidos, el entonces presidente Donald Trump utilizó su cuenta personal de Twitter @RealDonaldTrump no solo para hablar de cuestiones personales sino también para hacer política y anuncios oficiales que, en otras administraciones, se hacían solamente por los canales y cuentas oficiales del Estado.

Esa no es una realidad exclusiva de los estilos políticos norteamericanos sino que se ha traslapado a la escena uruguaya. Una de las referentes de la política que más hace uso de las redes sociales y genera polémica es la senadora por el Partido Nacional, Graciela Bianchi, quien suele expresar sus controvertidas opiniones por Twitter, incluso criticando y ‘arrobando’ a cuentas a las que alude.

En un tuit de la semana pasada, la legisladora blanca aseguraba que «la abuela de una amiga» suya había sido la primera decana de la Facultad de Química, pero que se trataba de una mujer que había nacido en 1929. Los números no daban, y al revisar la web de la Facultad, esta decía que la primera decana en democracia de dicha casa de enseñanza fue María Helvecia Torre, quien ejerció el cargo entre 2014 y 2018.

Bianchi insistió en que ella decía la verdad y que era la web de la FQ la que tenía «un error», algo que fue desmentido en seguida por la institución.

La legisladora aprovechó el momento para deslizar su ya conocida posición antifeminista: «En Uruguay las que no llegan es por pobreza o por falta de esfuerzo, no por género», haciendo uso autoreferencial de la supuesta amiga como si se tratara de una norma y no de una excepción.

El 6 de enero, había tenido un cruce también en Twitter con el periodista Juan Miguel Carzolio. El comunicador publicó: «Sin novedades sobre la fecha de la vacuna, seguro que no son los reyes (magos) que muchos uruguayo esperaban». Ante esto, Bianchi le respondió: «¿Es necesario, Juan Miguel? ¿Qué aporta? Este tuit no está a tu altura».

Carzolio no se quedó sin responder, y replicó al día siguiente: «No sabía que tenía la vara para medir la altura de los tuits, Senadora. La próxima la consulto antes de escribir. Aporta el sentir de mucha gente, incluso en parte que votó y confía en el gobierno, y ayer se fue a dormir más preocupada».

Por último, Bianchi también arremetió contra la prensa rechazando una entrevista solicitad por la diaria, cuestionando la integridad periodística del medio. «Acabo de rechazar una ‘entrevista’ telefónica de la diaria sobre las opiniones vertidas por Martín Lema en El País. Solo dije que lo quiero mucho y somos muy amigos. Seguiré este criterio porque esta forma de ‘hacer periodismo’ no la acepto de ningún medio» adujo.

«Estamos fomentando la distorsión de nuestras opiniones por periodistas que cada vez se sienten con superioridad moral sobre todos los actores institucionales y en especial sobre quienes dedicamos nuestra vida a la política. Si quieren nuestra opinión lo hacemos frente a frente», añadió Bianchi.

Sobre el “atrevimiento de presumir intenciones”

Otro cruce entre un periodista y un político se dio el pasado 13 de febrero entre el periodista Grabiel Pereyra y el ministro del Interior, Jorge Larrañaga.

El tema de la discusión fue la vulneración a los sistemas informáticos de la Dirección Nacional de Identificación Civil (DNII), dependencia del Ministerio del Interior, por parte de hackers desde Brasil.

«Si la prensa no informaba del hackeo a la DNII, ¿el Ministerio del Interior no pensaba informar que hace días ocurrió tan grave episodio?», cuestionó Pereyra sobre la 1 de la mañana de ese día.

Esa misma tarde, Larrañaga apareció para hacer declaraciones, sin haber aparecido en conferencia alguna hablando del tema. «Informar está bien, siempre que no implique perjudicar una investigación que tiene confidencialidad. Parece que buscás estridencia, porque sacás conclusiones, siempre dramáticas, pero con información incorrecta. Te has acostumbrado al atrevimiento de presumir intenciones», dijo Larrañaga.

Si la prensa no informaba del hackeo a la DNII, ¿el M del Interior no pensaba informar que hace días ocurrió tan grave episodio?

— Gabriel Pereyra (@Gabrielhpereyra) February 13, 2021

«Por lo que leo el que presume intenciones sos vos. No voy a debatir con un ministro públicamente ni responder tus agravios. Voy a seguir informando y el que se enoje, doble trabajo. Siempre té desee buena gestión pero seguro no lo creas porque hay un mundo medrando con la grieta», le replicó Pereyra.

Otros políticos, también del Frente Amplio, se han acostumbrado a emitir criterios por sus redes sociales, al margen de declaraciones que puedan dar a la prensa o por canales oficiales. La tendencia es mundial y parece que se instaló para quedarse la idea de que plataformas como Facebook o Twitter se vuelvan espacios políticos donde se informe a la ciudadanía de las decisiones o acciones del gobierno, y se hagan declaraciones que otrora hubiesen sido manifestadas frente a micrófonos de periodistas.