Violencia policial en Argentina: Cientos de heridos tras la aplicación del protocolo de Bullrich

En un escenario marcado por la tensión y la discordia, la jornada de protestas contra el proyecto emblemático de Milei se convirtió en un despliegue desmedido por parte del Gobierno, dejando a su paso decenas de heridos y al menos tres detenidos.

Gendarmes y policías federales no solo se limitaron a restablecer el orden en las calles, sino que arremetieron contra manifestantes, incluyendo diputados, jubilados, periodistas y fotógrafos que se replegaban en las veredas y la Plaza.

La figura de Patricia Bullrich, siempre controvertida, se hizo presente una vez más, llevando la represión a un nivel más extremo. En las cercanías del Congreso, se observó a gendarmes golpeando a jubilados, efectivos de la Policía Federal disparando indiscriminadamente balas de goma sobre los manifestantes y ataques físicos a periodistas, fotógrafos e incluso a algunos diputados que descendieron al nivel de la calle en un intento de frenar la espiral represiva.

La utilización de gas pimienta, dirigido a los ojos de los manifestantes comunes, tomó un papel protagónico en la jornada, acompañado por la presencia del Grupo GOM de la PFA, que fue elegido para confrontar directamente.

La cacería se prolongó hasta altas horas de la noche, sin discriminar a cualquiera que se moviese cerca de la Plaza Congreso, dejando como saldo al menos 60 heridos, uno de ellos un abogado vinculado a los organismos de derechos humanos que podría perder un ojo, y al menos tres personas detenidas. Mientras tanto, en la Cámara de Diputados, el oficialismo avanzaba hacia la aprobación general del proyecto de Ley Ómnibus.

A pesar de que la ministra de Seguridad podría argumentar la aplicación del protocolo de calles liberadas, paradójicamente, fueron las propias fuerzas las que mantuvieron cerradas varias horas las avenidas Entre Ríos y Rivadavia.

Tras la represión, el único piquete que permaneció en pie fue el conformado por las camionetas de Gendarmería, los colectivos blindados de Infantería y los camiones hidrantes.

El operativo represivo se desencadenó contra un grupo de organizaciones de izquierda que mantenían bloqueada la Avenida Rivadavia a la altura del Cine Gaumont. El estruendo de las primeras balas de goma, lanzadas por el Grupo GOM, fue suficiente para dispersar a la multitud.

Con las calles liberadas, la cacería continuó durante horas, incluyendo golpizas y gases en las veredas y la Plaza, cuando la mayoría de los manifestantes intentaban retirarse. Incluso periodistas y fotógrafos fueron alcanzados por balines. Matías Aufieri, abogado del CeProDH/PTS, sufrió una herida grave en el ojo y, al cierre de esta edición, permanecía en el hospital Santa Lucía con pronóstico reservado.

“No se puede sesionar así”

Ante la escalada de violencia, legisladores de Unión por la Patria y el FIT intentaron suspender la sesión y pasar a un cuarto intermedio, pero ambas propuestas fueron rechazadas. La diputada Cecilia Moreau expresó su preocupación: “No se puede sesionar así. Hay que seguir debatiendo, pero en un marco de paz y tranquilidad, no con este operativo desmedido que pone en riesgo la vida de la gente. Le pido a Milei que levante la sesión”.

El recuerdo de la represión de diciembre de 2017 durante la movilización contra la reforma previsional de Mauricio Macri estaba presente en el ambiente. La comparación con aquel enfrentamiento entre organizaciones y policía se hizo inevitable. En esta ocasión, la cacería y persecución fueron la consecuencia de una clara orden política, sin mediar diálogo ni intentos de acuerdo.

Los diputados de la oposición abandonaron la sesión en protesta, dejando dentro del recinto a los bloques de La Libertad Avanza, el PRO, la UCR y el espacio liderado por Miguel Ángel Pichetto. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, fue captado por la cámara de un teléfono celular mientras seguía la represión policial en la plaza y rechazaba hacer un cuarto intermedio para frenar la violencia.

Hacia las 20 horas, se sumaron a los reclamos en las inmediaciones del Congreso los diputados de UxP Santiago Cafiero, Julia Strada, Máximo Kirchner, Aldo Leiva, Leandro Santoro y Sergio Palazzo, entre otros. Algunos de ellos buscaron dialogar con funcionarios de la cartera de Bullrich o con los responsables del operativo, pero no obtuvieron respuesta. Las fuerzas avanzaron sobre los manifestantes sin previo aviso ni intentos de diálogo, manteniendo la idea de reprimir a quienes se oponían al proyecto insignia del Gobierno, sin importar la forma de protesta.

Incluso se denunció que la policía baleó a un asesor afuera del Congreso, poniendo en riesgo la pérdida de su ojo. La jornada concluyó con un ambiente cargado de tensiones y cuestionamientos sobre el uso desmedido de la fuerza en el marco de la democracia.