Мы в Telegram
Добавить новость
smi24.net
La Nacion Costa Rica
Май
2023

La expresión abstracta se está extinguiendo

0
La expresión abstracta se está extinguiendo

Selfis, gestos neutros, poses aprendidas y sonidos extravagantes están ocupando el lugar de los discursos y de la lógica.

Por triste que nos parezca, vivimos en una época en que el uso correcto del lenguaje y la expresión abstracta y compleja parecen alejarse de la capacidad de comprensión de muchas personas.

Es algo preocupante y al mismo tiempo galopante. El lenguaje, que ha sido el acicate fundamental de todo avance humano, sea científico, filosófico o cultural, parece abandonar el centro de las formas de comunicación. Ahora selfis, gestos neutros, poses aprendidas y sonidos extravagantes están ocupando el lugar de los discursos y de la lógica.

Las emociones parecen ocupar el centro de atención de nuestros tiempos, con todo y lo que esto tiene de peligroso en una situación política como la actual. Cuando más necesitamos el análisis serio de las motivaciones y razones, se abandona la reflexión para encerrarse en la autocelebración de pretendidos espacios de fama, pero que no tienen más consistencia que el ego de Perogrullo exhibido en una red social.

Digo ego porque no se trata de una verdad simplona, sino de la creación de una imagen que pretende suplir la profundidad del corazón y la inteligencia en la confrontación con la realidad.

Ante esta tendencia en aumento —es decir, la preocupación por la percepción que otros tienen de cada uno— tratar de explicar nuestras preocupaciones culturales, políticas y económicas parece una tarea imposible usando un lenguaje abstracto.

Existe un abismo comunicacional, porque cuando las razones son consideradas vanas o carentes de interés por quienes privilegian la imagen, se termina por irrespetar al otro que, aunque con limitaciones, busca hacerse comprender y espera una respuesta cortés y adecuada.

Esto no significa condescender siempre, sino, cuando menos, esforzarse por respetar al otro y ofrecerle una razón que tenga el mismo nivel de compromiso por transformar una realidad compartida y urgida de cambio, aunque sea diferente o antagónica.

El problema se encuentra en la falta de respuesta y en la indiferencia ante el discurso. Estas dos carencias aumentan exponencialmente cuando se considera al otro irrelevante frente a nuestra autoimagen, en otras palabras, ante la altanera autoconsideración como principio y fin de lo real.

Si el yo termina siendo absoluto, el tú no es más que insignificancia y estulticia. Así, el diálogo se destruye en su mismo fundamento, porque la palabra deja de ser comunicación compartida y se vuelve sonido inarticulado, escritura irrelevante o, en el peor de los casos, ruido que necesita ser silenciado.

Caricaturización de la existencia

¿Acaso todo comienza con un selfi? Podríamos decir que esta práctica es la manifestación de un espíritu epocal, basta con ver cómo poco a poco el centro de atención comienza a trasladarse del lugar donde se está a la afirmación del “yo estoy aquí”.

Ya no importa tanto el dónde o el con quién, sino el que sale en primer plano ofreciendo una sonrisa aprendida y ordenada a la caricaturización de nuestra propia existencia. Ya no hay historia, ni paisaje, solo marcos de fotografía.

Así, el lenguaje pierde su carácter de transversalidad para ser solo estorbo, que puede ser desechado sin más. Y, con ello, la comprensión de la realidad termina siendo concentrada en la consecución del interés personal. Es como si no importara la praxis efectiva en el compromiso por transformar el mundo, sino el desentendimiento social al compromiso político serio.

Parece que esta es la causa de tanto discurso vacío, de tantos dimes y diretes que ni siquiera pretenden ser reales, sino fachadas de un egoísmo galopante y altamente destructivo.

Da pena escuchar las declaraciones de líderes sociales que no están bien articuladas, producciones musicales que usan el lenguaje soez como belleza estética e imágenes yuxtapuestas sin orden ni lógica, y mucho menos con intenciones de suscitar reflexión alternativa.

La simple secuencia de vulgaridades manifiesta la raíz profunda de un espíritu que en realidad no tiene alma. Pero si en verdad el espíritu de esta época considera estas cosas como auténtica expresión cultural, ¿no se está optando por ser irresponsables en la tarea de construir los vínculos sociales más básicos e importantes?

Vulnerables a la manipulación

La desarticulación conceptual lleva inexorablemente a la ignorancia y, por consiguiente, hace proclives a quienes caen en ella a la manipulación más ruin y simplista. Pero ¿cómo explicarnos en un mundo que desde hace tiempo perdió el interés en ser consecuente con el uso correcto del lenguaje? ¿Es posible una conversación que tenga trascendencia y haga pensar con mayor agudeza lo que nos rodea?

Ya era mucho que la multiplicación ad infinitum de ideologías nos separara, porque ahora ni siquiera es posible distinguir un atisbo de coherencia entre ideas. Palabras, y solo eso, es lo que muchas veces escuchamos; palabras altisonantes, pero cuyo uso demuestra un conocimiento craso de su significado o una utilización errónea, por no decir ridícula.

Los bajos índices de comprensión de lectura son ya una clara señal de todo lo que venimos diciendo. No se entiende el lenguaje escrito porque tampoco se entiende el hablado. Los sonidos onomatopéyicos no son ni la sombra de la polisemia que una palabra puede aportar en una expresión lingüística apropiada y bella.

Metáforas, anacolutos expresivos, símiles, sinécdoques y toda clase de expresiones retóricas terminan por ser desoídas por incomprensibles para unas mentes enajenadas en su falta de capacidad comunicativa y de comprensión lingüística.

Lo peor de todo es que no parece que nuestra gente caiga en la cuenta de que pierde más de lo que gana. Ignorando el correcto uso del lenguaje, serán siempre dependientes de quienes sí lo poseen. Pero al mismo tiempo ese grupo será tan pequeño que puede caer en la tentación de convertirse en el privilegiado dominador, como los humanos alfa de Adolf Huxley en Un mundo feliz.

Nuestra felicidad estará en manos de lo inmediato, de la tarea incumplida porque la inteligencia será truncada por la falta de libertad que genera nuestra impericia para entender un lenguaje abstracto y un discurso agudo y certero.

frayvictor@icloud.com

El autor es franciscano conventual.

Ahora selfis, gestos neutros, poses aprendidas y sonidos extravagantes están ocupando el lugar de los discursos y de la lógica.










СМИ24.net — правдивые новости, непрерывно 24/7 на русском языке с ежеминутным обновлением *