Empleados podrían negociar un día de trabajo adicional con jornadas 4-3
Moción negociada por diputados del gobierno y oposición establece que el día extraordinario será de pago doble y solo se podrá aplicar si el empleado acepta de forma voluntaria.
El proyecto de ley de jornadas acumulativas, conocido como 4-3, permitiría que de forma extraordinaria los empleados cubiertos bajo esta modalidad puedan laborar un día adicional al horario de la semana, si así lo convienen con el patrono.
Tal alternativa consta en una moción de ajuste consensuada por el Partido Progreso Social Democrático (PPSD), con las bancadas de los partidos Unidad Social Cristiana (PUSC), Nueva República (PNR) y el Liberal Progresista (PLP) que se discutirá, en el plenario legislativo.
La nueva jornada, que se discute con un trámite de vía rápida en el plenario legislativo, aplicaría en actividades que no sean insalubres, peligrosas ni pesadas para los trabajadores.
El plan propone que el empleado pueda trabajar, en horario diurno, 12 horas diarias durante cuatro días a la semana por tres días de descanso. En el horario nocturno, se aplicarían tres jornadas de 12 horas a la semana contra cuatro de descanso.
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En ambos casos se respetarían el total de horas semanales de las actuales jornadas: 48 horas en la diurna y 36 horas en la nocturna.
La moción consensuada por las fracciones legislativas establece un pago extra correspondiente al 16,7% del salario mínimo del puesto del trabajador, para quienes laboren jornadas 4-3 en horario diurno. Si el horario es nocturno, el pago adicional equivaldría a un 25% del salario mínimo.
Según el acuerdo, el día de trabajo extraordinario se implementaría cuando de forma ocasional la empresa así lo requiera, el empleado acceda de forma voluntaria y no sea el día siguiente inmediato a la finalización de su jornada semanal, el cual sería destinado a su día de descanso absoluto.
Además, el día extraordinario de trabajo deberá ser de pago doble y no debe exceder de 12 horas adicionales al límite semanal de la jornada.
De concretarse el ajuste acordado, esto implicaría que un colaborador en jornada diurna de 4-3 podría alcanzar las 60 horas semanales de trabajo (cinco días de 12 horas) y uno empleado en jornada nocturna llegaría a las 48 horas (cuatro días de 12 horas).
Pilar Cisneros, jefa de bancada del PPSD, explicó que la idea de un día adicional de trabajo salió de una mesa de discusión desarrollada el año pasado en Casa Presidencia. Añadió que para que se haga efectiva esta jornada deberá ser ,necesariamente, negociada entre el patrono y el empleado.
“Nótese que estas horas extras son todas de pago doble. Desde la primera hasta la última. Esas horas extras a las 48 por semana ya se dan hoy y también son de aceptación voluntaria entre las partes. A nadie lo pueden obligar a trabajar extras una vez cumplida la jornada ordinaria”, añadió Cisneros.
Agregó que no ve necesario agregar al proyecto un estudio sobre salud ocupacional que determine que, una jornada adicional al tiempo ordinario, no afecta la salud del empleado. “No hay problema con la salud ocupacional; es decir, la gente decide si quiere trabajar más o no quiere trabajar más”, alegó.
Monserrat Ruiz, diputada del PLN, se opone a la posibilidad de que los empleados opten por un día laboral más a la semana. Por ello, presentó dos mociones al proyecto para que se contemplen únicamente días de descanso en el tiempo correspondiente, entendido como descanso absoluto.
“No estoy de acuerdo, pues aumentaría las horas trabajadas para las personas trabajadoras. Además, dependería de la voluntad del patrono y no de un supuesto ‘acuerdo’ entre patrono y trabajador. Por esa razón, las mociones presentadas buscan conservar los días de descanso como absolutos”, alegó.